#Video: Katy Perry sonríe por partida doble

Agosto no pudo ser mejor para Katy Perry. La noche del miércoles se convirtió en madre de la bebé Daisy Dove Bloom y hoy sale su quinto disco de estudio, Smile, uno de los más esperados de 2020.

La cuenta oficial de Unicef en Instagram dio a conocer la noticia y Orlando Bloom la posteó en la suya con una imagen de las manos de ambos mientras sostienen una de la pequeña.

Flotamos de amor y asombro por la llegada sana y salva de nuestra hija”, escribieron.

En el texto hablaron sobre lo afortunados que son al haber tenido un parto en paz, con un buen cuidado de salud. algo con lo que muchas personas no cuentan, por lo que como embajadores de la Buena Voluntad de las Naciones Unidas exhortaron a la gente a donar a la organización para apoyar a mujeres embarazadas y recién nacidos que no tienen la suerte de contar con servicios de salud como ellos.

Los fans de Katy no sólo comparten con ella la felicidad por el nacimiento de Daisy Dove, sino por el lanzamiento de Smile.

Durante 2019, Perry sacó sencillos e hizo presentaciones, en las que dejó ver un poco hacia dónde se dirigía su quinto disco. Never Really Over fue la primera probadita, a la que siguieron Small Talk y Harleys Hawaii.

Los temas llegaron después de que su quinto disco de estudio Witness (2017) —el cual se basaba en la manera en la que la cantante tenía de canalizar sus emociones a través de la música—, pero que no obtuvo el resultado que Perry creyó y que eso no la estaba ayudando en su quehacer artístico.

Un día me di cuenta: ‘¡Dios mío! He puesto tanto esfuerzo para obtener validación, aceptación y amor y ahora eso no viene de vuelta a mí’. Realmente solía ser capaz de arreglar mi depresión o mis episodios solo haciendo algo como: ‘voy a escribir una maldita canción o voy a hacer esto, voy a hacer cualquier cosa. Rompiste conmigo, te mostraré, aquí hay un número uno’”, dijo durante una entrevista a Apple TV.

La manera en la que Katy lidiaba con sus emociones era haciendo música, algo que con la edad, dice, fue evolucionando y llegó al punto en el que fue diagnosticada clínicamente depresiva.

Simplemente, no pude salir de la cama por semanas, me volví clínicamente depresiva y tuve que tomar medicamento para mi salud mental por primera vez en mi vida… estaba muy avergonzada por eso.

Entre más grande te haces, más real se vuelve la vida y más difícil se vuelve aferrarse al dolor que en algún momento te ayudó a crear. Es decir, el dolor ya no te ayuda a crear canciones, tu cuerpo comienza a no funcionar y tu metabolismo se va hacia el suelo”, agregó Perry.

Definitivamente, tuve que atravesar un verdadero viaje emocional, sicológico y espiritual en esos años para encontrar mi sonrisa, porque la había perdido. Por eso titulé este disco Smile. Es un disco lleno de esperanza y resiliencia y un poquito de alegría y algo de diversión. Creo que siempre es un buen momento para recibir una pequeña inyección de esperanza, en especial en estos días.

Este álbum habla realmente de mi propia experiencia atravesando un infierno, encontrando la luz y saliendo de él. Así que si alguien más está pasando este recorrido y puede inspirarse con el positivismo y la esperanza (del disco), me alegro por eso. En 2017, 2018, pasé por una revisión de mi ego y realmente reprioricé lo que era importante y mi asociación o mi relación con la validación, simplemente ocurrió un cambio en mi vida y mi carrera”, compartió Perry en una entrevista con la agencia AP.

A esa depresión se sumó la ruptura con Orlando Bloom, con quien mantiene una relación renovada.

Había roto con mi novio, quien ahora se convertirá en el papá de mi bebé, así que estaba muy enfocada en llegar muy alto con el disco, pero la validación no fue suficiente para sentirme muy arriba, así que me estrellé”, compartió a Apple TV.

La cantante —responsable de Teenage Dream, álbum que la catapultó al estrellato y que este mes cumple 10 años de su lanzamiento— también confesó a Apple TV que el hecho de que se fuera a convertir en madre a los 35 años, probablemente responde a que no se sentía preparada para hacerlo antes… de hecho le daba pánico.

Creo que me tardé, bueno, no tardarme, pero tener un hijo a los 35 es porque probablemente estaba aterrorizada de hacerlo, no tenía idea de cómo hacerlo… ¡lo voy a romper!”, señaló, además de que no se sentía preparada para la maternidad.