La tormenta de largo recorrido “Laura” dejó anoche el estado de Luisiana, Estados Unidos, donde cobró, al menos, seis vidas y se enfila hacia Arkansas con vientos por debajo de los 70 kilómetros por hora (km/h), aunque sus abundantes lluvias producen inundaciones y tornados.
Hasta anoche, el ojo de “Laura” estaba a 55 km al Sur de Little Rock, la capital de Arkansas, el estado sureño que bordea el río Misisipi.
Los vientos máximos sostenidos han disminuido a cerca de 65 km/h con rachas más fuertes, por lo que el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense prevé un debilitamiento continuo.
El observatorio con sede en Miami, Florida, pronosticó que “Laura” se degrade a depresión tropical esta madrugada, aunque el cono de trayectoria lo proyecta con al menos un par de días más sobre aguas del Atlántico.
Esto sucederá después de un pronunciado giro hoy hacia el Este-Noroeste.
“Laura” podría convertirse nuevamente en tormenta a su salida al Atlántico.
Al cabo de una semana de formarse cerca de las islas de Sotavento, en las Antillas Menores, el fenómeno, que atravesó Cuba y entró con como categoría 4 en el Sur de Estados Unidos, es el primer “huracán mayor” (de fuerza 3 para arriba) en esta temporada ciclónica en el Atlántico.
Al menos cuatro víctimas mortales, daños estructurales a edificaciones e incendios en viviendas y en una planta petroquímica es el saldo que dejó el poderoso meteoro a su paso ayer entre Luisiana y Texas.
Hasta ahora se han formado 13 tormentas, de la cuales cuatro han sido huracanes: “Hanna”, “Isaías”, “Marco” y “Laura”.
Días, para el reporte de daños
La evaluación completa de los daños causados por “Laura” tomará días, pero los reportes iniciales ofrecían esperanza de que a pesar de haber dejado vecindarios completos en ruinas y a más de 875 mil personas sin electricidad, no fue la amenaza que los meteorólogos temían.