La nueva pandemia de violencia

Una caseta de seguridad ya no garantiza que no serás violentado en tu intimidad, que no serás despojado de lo que con años de trabajo pudiste construir, que tu familia pueda estar y sentirse segura.

Hoy ataca como un virus, no importa si es para robarte unos lentes adentro de un vehículo o entrar a una casa habitada para llevarse lo más valioso, tú privacidad.
No importa si pasa de día o de noche, es una situación que está brotando casi simultáneamente.

Los cuerpos de seguridad pública poco han podido lograr, dejando a la ciudadanía desamparada y a su suerte.
Están pasmados ante un tiempo de reacción largo donde hay más preguntas que respuestas. La alta tecnología no alcanza para lograr lo que por mucho tiempo han dicho que multiplicaría su capacidad.

La única solución es la educación, reto en cual el gobierno no ha podido brindarla de mejor calidad, con retrocesos en los procesos y con la pandemia generando una pausa larga intelectual, sin la inversión, sin la infraestructura necesaria, sin programas adecuados.

La falta de preparación, valores, falta de opciones laborales y el hambre generarán un entorno social complicado, donde cada potosino buscará la mejor forma de llevar alimento a su casa ante un gobierno omiso.