La Unidad de Gestión del Centro Histórico le quito sin justificación a la señora Dora Torres Aguilar, de 92 años de edad, la silla de boleado que tenía desde hace 40 años en los arcos del Palacio Municipal, dejándola sin su único sustento.
Esto lo denunció su hijo, Carlos Valente Rosas Torres, quien dijo que hace 15 días les quitaron las tres sillas de boleados que mantenía su familia en tres puntos del Centro Histórico, y se las dieron a las personas que se las trabajaban.
Expuso que su madre es la más afectada, puesto que tiene 92 años y edad, y ya no está en condiciones de trabajar y con la silla de boleado recibía 80 pesos diarios que con los que se alimentaba.
Abundó que también le quitaron la silla a su hermana y a su esposa, quienes también recibían una cantidad menor, “nosotros teníamos como 40 años, y ya nada más que les dejaron las sillas a los trabajadores, no nos avisaron, ni nos dieron nada, sólo nos las quitaron, fue una injusticia porque teníamos más de 40 años”. Rosas Torres reprobó las acciones de la titular de la Unidad de Gestión del Centro Histórico, Roció Zavala, que sin respetar su antigüedad tomo la decisión de despojarlos de su fuente de sustento y los dejaron en la indefensión.
Agregó que para ello desde hace 8 meses les dejaron de cobrar el derecho de piso, y pese a que fueron a preguntar el motivo, nadie les dio explicación y sólo les manifestaron que por el momento no les iban a cobrar, lo cual era parte del plan para despojarlos.