Se aviva conflicto en Beirut tras explosión

Sumado a la devastación provocada por la explosión del martes en Beirut, Líbano enfrenta un conflicto social de rechazo a los políticos del país.
Las movilizaciones llevan al menos diez meses, cuando el gobierno anunció nuevos impuestos al tabaco, gasolina y llamadas de voz por servicios como WhatsApp.
Las protestas subieron de tono y en abril soldados mataron a un joven y varios bancos fueron incendiados.
Hoy, la cifra de muertos subió a 137 y hay cinco mil heridos, a causa la explosión de toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut el martes pasado.
Mientras que miles de damnificados siguen durmiendo en las calles tras perder sus hogares debido a la trágica explosión.
A esto se suma que con el estallido se perdieron alimento y granos, ya que Líbano exporta 85 por ciento de su comida, aseguró ayer Naciones Unidas.
La explosión provocó pérdidas calculadas entre 10 mil y 15 mil millones de dólares, afirmó según el gobernador de Beirut, Marwan Abboudm.
Esto mientras la nación enfrenta una inflación de 52.6, según el índice del economista Steve Hanke, y el desempleo se situó en 25 por ciento.
Asimismo, Líbano ocupa el puesto 137 de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional de 2019.
Ante este panorama, el impacto del accidente en el puerto afectará a otras naciones de Oriente Medio.
Se espera que el daño afecte significativamente la economía y la situación en Líbano, y que eso perjudique la ayuda para Siria, porque en el puerto se hacían paradas con cargamento”, declaró Farhan Haq, vocero de la secretaria general de Naciones Unidas.
En este contexto, la organización Médicos Sin Fronteras teme una crisis humanitaria en Líbano comparable a la guerra civil que ocurrió entre 1975 y 1990, expresó presidente de la asociación, el franco-libanés Mego Terzian.
Expertos afirmaron que la situación hospitalaria se agravaría entre los esfuerzos de la nación por contener la pandemia de coronavirus.
Actualmente, hay cinco mil 417 casos confirmados.
Sin embargo, los hospitales están colapsados.
Asimismo, miles de personas se han visto obligadas a mudarse con sus familiares y amigos después de que sus hogares sufrieran daños, lo que aumentó el contacto.
La pandemia paralizó las protestas que ya llevaban meses en las calles, frenó la movilización de las autoridades para contenerlas, pero incrementó la desocupación y la crisis económica.