El avión de FGR deja México y va rumbo a España por Lozoya

 Una aeronave dejó México y va rumbo a España por Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), quien dice tener un arsenal de evidencia que podría implicar a otros exfuncionarios en tramas de corrupción.

“La aeronave mexicana que trasladará a Emilio Lozoya de Madrid a México ya despegó de la Ciudad de México. En el vuelo de regreso, el agregado de la FGR en España y Europa, Licenciado Luis Alejandro Cervantes Vázquez, viajará con el detenido”, escribió la Fiscalía General de la República en redes sociales.

La aeronave arribará a la capital española después de un vuelo de 13 horas y media, con escala técnica en Canadá, para esperar que se cumplan los trámites administrativos y migratorios respectivos.

Una vez que hayan culminado los trámites y Lozoya esté saliendo de España, el Ministerio Público Federal (MPF) les informará a los jueces de control de nuestro país la hora aproximada de su llegada a la Ciudad de México, informó la FGR.

Ya en esta capital, se aplicarán los protocolos de derechos humanos al extraditado, como parte de sus prerrogativas, y será revisado por un médico de la FGR para acreditar su integridad física. Cumplidos estos procedimientos, nuevamente se les dará aviso a los jueces de control para que señalen fecha y hora de las audiencias iniciales.

LOS CARGOS CONTRA LOZOYA

Emilio Lozoya Austin es investigado, en particular, por irregularidades ligadas a los casos Odebrecht y Agro Nitrogenados.

Entre 2013 y 2015, Pemex adjudicó dos contratos (folios PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-4-14 y DCPA-OP-GCP-DGTRI-A-3-15) a la Constructora Norberto Odebrecht, aún cuando los costos de la empresa no estaban “dentro del precio promedio del mercado”, y a pesar de que la empresa “no cumplía con la experiencia y capacidad técnica para realizar los trabajos” solicitados, refiere la ASF en la Cuenta Pública de 2016 (informe 16-6-90T9M-04-0479 479-DE).

Fue precisamente en 2012-2013 cuando Lozoya habría recibido millonarios sobornos y aportaciones a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por parte de Odebrecht, para facilitar la adjudicación de contratos.

De acuerdo con una investigación dada a conocer por el diario brasileño O Globo, desde que fungió como vicecoordinador de Asuntos Internacionales del equipo de campaña y luego de transición presidencial de Enrique Peña Nieto, Lozoya comenzó a recibir 10 millones de dólares en sobornos de Odebrecht.

Por esas fechas Odebrecht firmó dos contratos por un monto conjunto de 4 mil 127 millones 310 mil 900 pesos, para obras de infraestructura relacionadas con el “Aprovechamiento de Residuales” de la Refinería Miguel Hidalgo. Sin embargo, estos dos contratos implicaron probables daños a la Hacienda Pública Federal por un monto mínimo de 953 millones 278 mil 744 pesos, refieren datos de la Cuenta Pública 2016.

Para la celebración de los contratos, el Consejo de Pemex –con Luis Videgaray Caso incluido– y diversas áreas de su Corporativo y de sus ramas de Refinación y Transformación Industrial dieron el visto bueno y avalaron la contratación de Odebrecht.

El 27 de enero de 2014 y el 26 de octubre de 2015, el Consejo de Administración de Pemex “aprobó los términos y condiciones“ de los contratos PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-4-14 y DCPA-OP-GCP-DGTRI-A-3-15, para las obras de acondicionamiento del terreno de la Refinería de Tula en Hidalgo, indica la Cuenta Pública de 2016.

Otra de las investigaciones actuales en contra de Lozoya Austin derivó de la compra de una planta petroquímica por parte de Pemex.

El 20 de diciembre de 2013, Pemex compró el complejo de Agro Nitrogenados en Pajaritos, Veracruz, a través de su filial Pro-Agroindustria.

La compraventa fue justificada con dos razones: la necesidad de generar más fertilizantes y productos petroquímicos en México; y la capacidad de producción de un millón anual de toneladas de urea, de las plantas de Agro Nitrogenados.

Sin embargo, el “Libro Blanco 2015-2018” de Pemex Fertilizantes menciona que al momento de la compra, los dos “trenes de urea” de Agro Nitrogenados llevaban 14 años sin operación, por lo que se encontraban “en una situación de extremo deterioro que requería una gran inversión para su rehabilitación y puesta en marcha”. Además, al momento de la compra, el complejo petroquímico de Cosoleacaque –al que fue añadida– “no tenía la capacidad para proveerla de insumos (amoniaco y CO2) suficientes y a costos competitivos” para la producción de urea.

Derivado de una serie de reparaciones e irregularidades para la puesta en marcha de la planta, Agro Nitrogenados fue adquirida con un sobre-costo real de 200 por ciento, que implicaría un daño en contra de la Hacienda Pública Federal, tomando en consideración que a finales de 2018, Pemex aún debía 3.5 mil millones de pesos (constantes) por la adquisición de la compañía y que, hasta entonces, no contaba con “viabilidad operativa” plena, pese a las obras e inversiones efectuadas.