Momento dulce de McLaren, que ha terminado las dos carreras de la temporada 2020 como líder de la zona media por detrás de Mercedes y Red Bull. Lando Norris fue quinto en el GP de Estira y tercero una semana antes, en el de Austria, pero Carlos Sainz ha tenido menos suerte en este inicio de campaña: en la primera carrera le lastró una mala clasificación y acabó quinto, buen resultado; pero el pasado domingo se despidió de la quinta plaza con un cambio de neumáticos defectuoso que arruinó todas sus opciones. Sumó tres puntos por el noveno y la vuelta rápida, pero fue un domingo agrio después de haber clasificado tercero el sábado bajo la lluvia.
Andreas Seidl, jefe de la escudería, celebra el global pero lamenta el percance: «La carrera fue una montaña rusa, especialmente después del pit stop de Carlos, destruimos su carrera. Le mandamos a un tráfico y se agotaron sus neumáticos. Debo pedirle disculpas porque no hicimos nuestro trabajo en ese aspecto, siempre debemos garantizar que los dos pilotos tienen las mismas oportunidades y pueden pelear en la pista».
«Debemos estudiar el problema del pit stop. Debemos ser más consistentes y rápidos y tenemos mucho trabajo que hacer para mejorar como equipo», añade el alemán, que ha reforzado el material con el que efectúan los cambios de ruedas desde la pasada temporada.
En cualquier caso, el dirigente de Woking termina más que satisfecho con el fin de semana del madrileño: «Carlos demostró el sábado por qué otros equipos estaban interesados en él, hasta el punto de que le han fichado Ha hecho un gran fin de semana, una gran clasificación y un gran trabajo durante el invierno para desarrollar el coche. Es una pena que esta carrera no saliera bien, pero estamos en esto juntos como equipo y haremos lo que podamos desde la semana que viene para que los dos reciban el mismo material y el mismo coche».
