La edad en la que tienes más ganas de sexo

Si te asusta cumplir años en relación a este tema, descubre la edad en la que tienes más sexo.
CON LA EDAD LLEGAN LAS OBLIGACIONES Cuando tenemos 20 años, las obligaciones son solo una cosa que aún está por llegar. Estamos en plena efervescencia y, para practicar sexo, nos sirve cualquier hora del día. Sin embargo, conforme vamos dejando atrás esa edad dorada, van apareciendo cada vez más pensamientos y más cargas que nos pueden hacer dejar de lado las relaciones sexuales.
Nuestro deseo sexual, aunque es cierto que puede ir disminuyendo con el paso del tiempo, no tiene tanto que ver con los años que tengamos sino con el desinterés. En España, según algunos estudios, un 40% de las parejas piensan que su vida sexual podría mejorar.
¿A MÁS EDAD MENOS SEXO? Tenemos varios mitos que nos rondan la cabeza cuando hablamos de sexo. Uno de los más extendidos es que, cuanta más edad tengamos, menos nos apetecerá. O, al menos, menos relaciones sexuales tendremos. De acuerdo a los resultados obtenidos por un estudio de la Universidad de Texas, parece que se ha encontrado la edad perfecta para tener un orgasmo más intenso, según sus datos, parece que esta edad es la de 36 años. Es la mitad de la treintena y, por supuesto, no nos sentimos para nada mayores. Sin embargo, sí hemos experimentado años antes y habremos perdido la vergüenza y aprendido a aceptarnos tal y cómo somos. Sobre todo, conociendo nuestros gustos.
ENTRE LOS 30 Y LOS 40, LA EDAD EN LA QUE QUEREMOS MÁS SEXO
Es por eso que es una tontería creer que eso de vivir el sexo intensamente se termina cuando finalicen los veinte. A partir de los treinta, contaremos con un conocimiento mucho mayor de nosotros mismos. Sabremos a ciencia cierta qué nos gusta y, como habremos tenido más experiencias, también seremos mejores en la cama con nuestra pareja.
El rango de edad en el que más sexo practicamos, de hecho, es entre los 30 y los 40 años. Además de que los orgasmos son de una calidad mayor, influyen muchos otros factores como la tranquilidad, la estabilidad laboral y económica o el haber encontrado a una pareja que nos llene en todos los aspectos de la vida.
Este tipo de sexualidad es más adulta. Ya no estamos descubriendo ni experimentando por primera vez, aunque nunca hay que dejar de hacerlo. Nos conocemos muy bien por dentro y sabemos lo que queremos sin tener miedo a pedírselo a nuestro compañero de cama.
Esta confianza en nosotros mismos nos hace sentir seguros, lo que desemboca en querer y tener más relaciones sexuales.