La Marina detiene a «El Chiquilín» y al «Basuras», operadores del CNG

La Marina Armada asestó un nuevo golpe al Cártel Nueva Generación (CNG), con la detención de Ismael Gómez Sierra, «El Chiquilín», y Flavio Roberto Ortiz Muñoz, «Basuras», dos de sus principales operadores en Baja California.

En conjunto con el Grupo Estatal de Seguridad de Investigación (GESI) de dicho estado, personal naval logró el martes la captura de «El Chiquilín», en el municipio de Ensenada, informaron fuentes federales.

Se le aseguraron dos armas cortas y droga, que fueron puestas a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).

Ayer miércoles, los elementos navales detuvieron a Flavio Roberto Ortiz Muñoz, «Basuras» presunto jefe de sicarios del Cártel Nueva Generación en Tecate.

De acuerdo con las fuentes federales, mediante una operación conjunta entre personal de la Marina Armada y del GESI, se logró ubicar a Ortiz Muñoz, considerado objetivo prioritario para el gobierno de Baja California en el municipio de Tecate.

Se le responsabiliza de la espiral de violencia homicida que azota al municipio.

Según las investigaciones ministeriales, Flavio Roberto Ortiz Muñoz, «Basuras», cuenta con antecedentes penales por portación de armas de fuego de uso exclusivo, lesiones, robo de vehículo y homicidio calificado.

Asimismo, cuenta con orden de aprehensión vigente por el delito de homicidio calificado cometido con ventaja en grado de tentativa, según la causa penal 00234/2019, emitida por un juez en la materia.

Ortiz Muñoz es originario de Tecate y durante su juventud convivió con quien a la postre sería su jefe, Dany Isac Ortiz Covarrubias, conocido como «Moreno», quienes se integrarían primeramente al Cártel de Sinaloa, como vendedores de droga al menudeo, para continuar ascendiendo dentro de la organización criminal hasta convertirse en sicarios.

Se tiene conocimiento que durante las primeras incursiones del Cártel Nueva Generación, en el año 2015 en el territorio municipal, varios de los entonces integrantes de Sinaloa cambiaron de bando para fortalecer a la nueva organización criminal, fue así que Ortiz Muñoz fue el responsable de conformar una célula de «sicarios» quienes eran los encargados del cobro de extorsiones y de la protección o comúnmente conocido como cobro de piso a comerciantes y locatarios del denominado pueblo mágico.

Fue hasta el año 2017, tras la muerte y detención de algunos de los principales líderes del cártel en Baja California, que éste sujeto acrecentó su importancia, pasando a dirigir cinco células de sicarios conformadas por al menos veinte personas, quienes mantenían un férreo control por su territorio, evitando con esto la operación de células criminal antagónicas a la estructura.