Si el UFC 251 acaba con Jorge Masvidal alzando el Campeonato de la UFC del peso welter, se podría titular como sorpresa… aunque mas bien cumpliría un guión de Hollywood. El estadounidense, de 35 años, obtiene tras oportunidad tras 48 peleas y gana después de ser sacado de la negociación en primer lugar y entrar al pleito con una semana de antelación. Digno de un Óscar, pero no, es la vida real y pese a todos esos condicionantes Masvidal llega con opciones a su duelo contra Kamaru Usman. Lo tiene difícil, pero no imposible.
Todo comenzó el pasado sábado, cuando Masvidal y Dana White olvidaron sus diferencias.
El luchador quería cobrar más, pidió su liberación de contrato en redes sociales y la UFC se lo negó, apartándole incluso de la pelea por el título.
La compañía eligió a Gilbert Burns y todo pareció quedarse ahí… hasta que el brasileño dio positivo por coronavirus y había que buscar un recambio de urgencia. Masvidal llevaba semanas entrenando y no dudó en aceptar. Habrá que ver si está preparado para una pelea a cinco asaltos, pero experiencia no le falta. Además, viene lanzado: a noqueado a Darren Till, Ben Askren (KO más rápido de la UFC) y Nate Díaz (ganó por parada médica).
Fuera de todo eso, Usman es favorito en las apuestas. Ha hecho una preparación completa y viene de barrer a sus últimos rivales. Si logra imponer una pelea física, ahí tiene mucho ganado.
