Sexo en tiempos de pandemia: cómo conservar la intimidad sin exponerte al covid-19

El covid-19 es una enfermedad respiratoria cuya principal vía de transmisión son gotículas invisibles que desprende la gente al estornudar, toser o hablar. En este sentido, los besos en la boca son de las actividades más riesgosas en la larga lista de opciones para el disfrute de pareja.
Un estudio reciente encontró partículas del virus en el semen de hombres con infecciones activas y en otros ya recuperados de la infección, pero aún no saben si el coronavirus se puede transmitir de una persona a otra a través del semen, algo que no ocurre con otros tipos de coronavirus.
“Si interactúas con alguien infectado, aunque sea asintomático, la probabilidad de contraer la enfermedad sería mayor porque te susurrase al oído que por cualquier otro contacto genital”, dice al diario español El Mundo, la sexóloga Valérie Tasso
El SARS-CoV-2 también se ha detectado en las heces de personas infectadas, por lo que el contacto oral/anal podría ser una potencial vía de contagio, aclara la Asociación Estadounidense de Salud Sexual, recordando que el uso de condones o de barreras bucales (sexual dams) reduce el contacto con saliva o heces durante el sexo vaginal, anal u oral. En sus pautas actualizadas, el Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York recomienda el uso de tapabocas durante el acto sexual e invita a las personas a “ser creativas” con posiciones y barreras físicas que eviten el contacto cara a cara durante el sexo.
El correcto lavado de manos antes y después, así como la sanitización de cualquier juguete erótico es esencial. La mejor manera de prevenir el COVID-19 es tratar de evitar tener contacto físico cercano -incluyendo sexo- con alguien que no vive contigo. La persona más segura con quien tener sexo eres tú mismo/a”, advierte la organización Planned Parenthood en su página web.
En este sentido, la masturbación, el uso de juguetes eróticos o de sexo en línea son recursos útiles para seguir acatando el distanciamiento social sin renunciar al placer.