«La mano cortada», mutilaciones, extraterrestres, nazis y psicofonías

En la década de los cincuenta cuando Luis Shelly denunció a su propia madre en Madrid, España, por algo realmente perverso que rodeó a la muerte de Margot, su joven hermana. Su mamá, la marquesa de Villasante, Margarita Ruiz de Lihory, era una mujer por diseccionar todo tipo de animales y la principal sospechosa en un caso de terror.
La muerte de esta joven causó repercusión en España, la evidencia histórica dice que produjo un auténtico revuelo mediático al salpicar a una persona de alta alcurnia; por ser el eje de una conspiración extraterrestre y por ser el epicentro de algunos de los registros psicofónicos más insólitos de la década.
Luis Shelly halló material quirúrgico a lado de su hermana muerta, esto hizo sospechar inmediatamente que madre la había matado.
Sus dudas incrementaron cuando cerró la habitación al resto de sus hijos quienes querían velar a su hermana. Enterraron a la hermana y días después, Luis ingresó a la habitación donde encontró un cuchillo, objeto que le hizo sospechar que el cadáver de su hermana había sido mutilado. Fue entonces que fue a denunciar a su madre.
En la denuncia su hijo contrasta profundamente con las prácticas que denunció su hijo, ya que declaró que su madre diseccionaba animalesy algunas veces extraía los órganos y les cortaba las cabezas a estas criaturas muertas.
Dentro de un tarro de cristal hallaron la mano de Margot, en otros tarros había vísceras de animales. Fue así que Margarita y su marido fueron internados en un psiquiátrico y después del proceso judicial fueron declarados culpables.