¿Por qué tomaron ciertas decisiones?

Sobre al autor: Kori Zacher está en noveno grado en Cicero Prep, practica nado sincronizado y es invitado fanático de Harry Potter

Por supuesto también hay elecciones más grandes que hacemos, a veces con buenos resultados y que a veces resultan no ser muy buenas. Pensando en esto, hoy quiero responder a la pregunta: ¿Qué nos motiva a tomar ciertas decisiones? Si bien hay muchas razones para elegir, ya sea por dinero, amor, venganza, deseo de algo… hoy, me gustaría centrarme en tres cosas que nos motivan a tomar ciertas elecciones: amor, deseo de compañía y la creencia de que nosotros estamos haciendo lo correcto al hacer una cierta elección.

Para entender por qué las personas eligen el amor, primero debemos definir ese término. El amor es «un sentimiento intenso de afecto profundo».

Esto podría ser afecto por alguien o algo. Cuando sentimos amor por alguien o algo liberamos endorfinas que nos hacen sentir felices. Esta es la razón por la cual las personas eligen tomar decisiones por amor: te hace sentir feliz y la felicidad te hace sentir bien.
Por ejemplo, una madre podría optar por darle su comida a sus hijos porque su amor por sus hijos es mayor que su hambre. Otro ejemplo de tomar decisiones de amor es alguien que se alista en el ejército.

Algunas personas no entienden por qué alguien arriesgaría su vida para luchar por su país, pero es por eso que lo hacen: su amor por su país es tan grande que quieren luchar por él y potencialmente morir por él también.

Algunas personas toman ciertas decisiones porque desean compañía. No pueden estar so- los. Por ejemplo, en el libro Las Aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain, Huckleberry

Finn está motivado para tomar la mayoría de sus decisiones porque tiene miedo de estar solo y necesita amigos. Cuando las personas tienen miedo de estar solas, o no les gusta estar solas, tomarán decisiones que garanticen que estarán acompañados, incluso si eso no necesariamente las beneficia. ¿Cuántas veces las personas terminan con la pareja equivocada o salen con las mul-titudes equivocadas porque prefieren eso a la soledad? Tenemos que aprender a apreciar y amar nuestra propia compañía antes de recurrir a la compañía de otros.

La última motivación en la que me centraré hoy es la creencia de que estamos haciendo lo correcto al tomar una cierta decisión. A veces, creemos que lo que estamos haciendo es bueno, cuando en realidad no lo es.

Es fácil ver todo lo que hacemos como correcto, justo o moral, pero tenemos que recordar mirar nuestras acciones a través de ojos objetivos para ver si nuestras elecciones son realmente correctas, justas o morales.

Por ejemplo, cuando le das dinero a alguien en la calle, ¿Por qué lo haces? ¿Estás tratando de ayudar a esa persona al darle dinero? En ese caso, ¿No sería mejor intentar darle educación o un trabajo? ¿O simplemente le estás dando dinero porque te hace ver y sentirte como una buena persona? ¿Qué pasa si a quien le diste dinero lo va a usar para comprar drogas o alcohol? ¿Qué pasa si es un niño quien en realidad está siendo explotado por sus padres?… por ello es recomendable siempre considerar nuestras elecciones cuidadosamente y siempre cuestionar nuestras acciones.

Las elecciones que hacemos afectan nuestros resultados, y debemos tener cuidado al tomarlas. Ya sea que tomemos decisiones basadas en el amor, el deseo de compañía o la creencia de que estamos haciendo lo correcto, debemos hacer una pausa antes de elegir para preguntarnos: 1. ¿Por qué estoy eligiendo esto?

2. ¿Es una buena elección?

3. ¿Qué pasará si elijo esto? ¿Cuales son las consecuencias? ¿Estoy dispuesto a vivir con estas consecuencias?
Si nos preguntamos esto, seguramente veremos un resultado más positivo para nuestro futuro.