Allen Iverson, la sensación de los sixers con un cariño especial al futbol americano

El MVP de la NBA en 2001 dice preferir el americano sobre el deporte que le dio la gloria Con una manga elástica que cubría su brazo derecho y una banda en su delineada cabeza por simétricas rastas, Allen Iverson se convirtió en un jugador de culto en la primera década del Siglo XXI. Explosivo y dinámico, el número 3 de los 76ers puso a la NBA a sus pies en el 2001, cuando se convirtió en el MVP. Pero en el espejo de su mente, se veía cosechando mismo número de éxitos, pero enfundado en el uniforme de los Dallas Cowboys.

En aquel entonces, Iverson era una sensación en Filadelfia pero la euforia que provocaba rebasaba las delimitaciones geográficas del estado de Pennsylvania y rozaba rincones del mundo inusitados, donde jóvenes buscaban con ahínco imitar sus movimientos en la duela mientras intentaban adquirir sus zapatillas Reebok a toda costa.

«Mi madre me hizo vaquero», confesó Iverson años más tarde a FOX Sports. «Ella solía obligarme a ver a los Cowboys cuando tenía como 5 años hasta que obviamente soy un fanático ahora”.