Practicar el pensamiento crítico en las redes sociales es una necesidad

El arte de debatir nace desde las civilizaciones más antiguas, desde el intercambio de posturas e ideas con científicos chinos de la dinastía Chou, hasta los debates orales en la India y Arabia. El debate tomado como una competencia en la que de igual manera existe un intercambio de argumentos para defender una postura, comienza en la antigua Atenas, con las posturas e ideologías sobre política y cuestiones morales Protágoras comenzó siendo el maestro en el arte del convencimiento. Podemos pensar que, como sofistas, maestros que ambulaban por Atenas, sostenían ideas que predicaban con las personas para poder generar un diálogo, así hayan sido buenas o malas verdades, lo que es seguro es que detrás de ellas existían fundamentos que validaban sus posturas.
Lamentable o afortunadamente, el tiempo pasa y la manera de debatir o hacer un intercambio de argumentos no es la misma. Nos enfrentamos a una época de memes, linchamiento social por la expresión de ideas de diferentes personas que tienen gran influencia en las redes sociales, una época donde el intercambio de pensamientos sobre cierto tema que genera polémica en internet y las redes sociales, no tienen argumentos, fundamentos ni mucho menos basados en un pensamiento crítico.
Pero a pesar de enfrentarnos a este tipo de fenómenos del mundo moderno, podemos con toda seguridad y certeza desarrollar como sociedad y consumidores de medios de comunicación el pensamiento crítico sobre temas polémicos o que generen debate en redes sociales. A continuación, demostraré cómo esto es posible y también cómo nos llega a afectar como sociedad el no fomentar el pensamiento crítico, así como también, la manera en cómo esto va de la mano con las redes sociales y lo que consumimos, hacemos y decimos en ellas.
La importancia del pensamiento crítico en la sociedad
Podemos conocer el nivel de educación de cierto sector gracias a su grado promedio de escolaridad, en el caso de México, según datos del INEGI en una encuesta intercensal realizada en 2015, tienen 9.1 grados de escolaridad lo que significa que cuentan con un poco más de la secundaria terminada. Invertir en educación puede realizar cambios en México y el mundo, pero puede lograrse si se inclina hacia por formar personas que sean capaces de generar un pensamiento crítico sobre las cosas que el mundo y los medios de comunicación
Un reflejo de que en la sociedad no se ha fomentado el pensamiento crítico es por el alto índice de comentarios de odio en redes sociales, ya que un estudio realizado por Think tank Demos “en Twitter, hay aproximadamente 10.000 tuits por día con insultos racistas en lengua inglesa, lo que supone uno de cada 15.000 tuits” (Gagliar- done et al. 2014). Podemos también darnos cuenta de que los mensajes de odio no solo tocan temas de racismo y discriminación, sino que también se presentan mensajes misóginos. En otro estudio realizado por el mismo programa, muestra que, durante tres semanas de abril de 2016, “entre usuarios británicos de Twitter, se encontraron más de 200.000 tuits con las palabras “zorra” o “puta”; constatándose que cada diez segundos, alguien insulta con esas palabras a una mujer en Twitter.” (Gagliar- done et al. 2014).
El poder del pensamiento crítico en las redes sociales
Fomentar el pensamiento crítico desde la educación es fundamental para ser personas capacitadas que puedan comprender el mundo actual en el que vivimos (como ya mencioné un mundo que gira en torno al internet y las redes sociales) y cómo interactuar por medio del diálogo en él, es importante porque todos los días los humanos tomamos decisiones, tomamos decisiones sobre qué consumir en los medios y qué no, sobre qué retos propuestos por influencers hacer o a quién seguir en redes sociales.
Según Paul Richard (2003), la miniguía para el pensamiento crítico, cuenta que una persona que tiene desarrollado el pensamiento crítico es capaz de cuestionar la información que recibe, esto aplicándolo como consumidores y usuarios en redes sociales es de suma importancia, ya que sabremos cuestionar los argumentos, pensamientos, ideologías presentes en nuestras visitas a las redes y reflexionar sobre si realmente lo que estamos consumiendo es de nuestro interés o si tiene algún tipo de trascendencia o relevancia en nuestra vida cotidiana. ¿Será entonces relevante saber lo opinión despectiva que tuvo un YouTuber sobre los movimientos feministas?
Como usuarios en redes sociales, público de las personas a quienes seguimos; tenemos el poder de decidir qué es relevante y qué no, tenemos el poder de decidir qué comentarios, vídeos, fotos o situaciones se pueden llegara a hacer viral en internet y cuáles no. Como es el caso del YouTuber, Logan Paul que cuenta actualmente con 21,4 millones de suscriptores, pero hace dos años su carrera estaba en la cuerda floja, ya que publicó en YouTube un video donde iba al bosque de los suicidios en Japón como un reto, hizo una toma de un cuerpo que estaba colgando de un árbol al mismo tiempo que lo tomaba con gracia, lo que generó polémica y debate entre sus seguidores. Sufrió un puro linchamiento social en redes sociales.