La moral es más fuerte que la ley

Sobre el autor: Kori Zacher está en noveno grado en Cicero Prep, practica nado sincronizado y es ávido fanático de Harry Potter

¿Por qué algunas personas deciden no seguir ciertas leyes? ¿Qué le da a la gente el derecho de hacer esto? ¿No deberían todos seguir la ley con el mayor respeto y lealtad? Henry David Thoreau, autor y ensayista, pensó que no. Decidió dejar de pagar sus impuestos, porque financia-ban la guerra mexicano-estadounidense de la que Thoreau no era partidario. Tal vez se preguntan «¿Por qué es aceptable que Thoreau evada el pago de sus impuestos solo porque no le gusta la guerra?» La clave para responder a esta pregunta sería diferenciar entre leyes justas e injustas, y si seguir o no las leyes injustas es moral.
¿Qué es una ley injusta? Para saber qué es una ley injusta, primero debemos definir leyes justas. Según el Dr. Martin Luther King Jr., ferviente defensor de la causa de Thoreau, «una ley justa es un código hecho por el hombre que se ajusta a la ley moral, o la ley de Dios». Siendo ese el caso, King define una ley injusta como «un código que no está en armonía con la ley moral».
Para comprender adecuadamente las definiciones del Dr. King, también debemos dar el significado de la palabra «moralidad». La moralidad es «los principios relativos a la distinción entre lo correcto y lo incorrecto».
Conociendo estas tres definiciones, ¿Cómo distinguimos si seguir o no leyes injustas es moral? Creo que seguir leyes injustas es inmoral porque la moral es un principio más fuerte que la ley del hombre. La moral es la ley divina. Al ir en contra de la moral, vas en contra del Señor. Las leyes injustas van en contra de la moral y, por lo tanto, en contra de lo divino porque «degradan la personalidad humana». Por ejemplo, la segregación es injusta porque «distorsiona el alma y daña la personalidad» de las personas sometidas a ella.
¿Por qué las personas siguen estas leyes si van en contra de la moral y la divinidad? Las personas siguen estas leyes inmorales porque son ciegas a la corrupción pecaminosa del gobierno. Según lo declarado por el Dr. King, «los grupos son mas inmorales que los individuos». Como todos siguen al gobierno sin cuestionamientos, siguen estas leyes injustas a pesar de que están moralmente equivocados. Los policías incluso están defendiendo leyes injustas porque ellos tam-bién han sido corrompidos por el gobierno. Este gobierno también está creando «leyes que son justos en sus rostros pero que son injustas en su aplicación». Un ejemplo de esto es el cargo por lo cual Martin Luther King Jr. fue arrestado cuando visitaba la ciudad de Birmingham en 1963: es-taba desfilando en la gran ciudad de Alabama sin un permiso. «No hay nada de malo en una or-denanza que requiera un permiso para un desfile», afirmó, «pero cuando la ordenanza se utiliza para preservar la segregación y para negar a los ciudadanos el privilegio de la Primera Enmienda [estadounidense] de reunión y protesta pacífica, entonces se vuelve injusto «.
En México se escucha mucho hablar de corrupción, de injusticias, pero lo más importante sería no el estar viendo lo que hace o deja de hacer el vecino o si sigue las leyes justas o injustas, sino aplicarlo en primera persona. Preguntarme si soy yo parte de la solución o del problema.
«Mi libertad termina donde comienza la de los demás.” Esta frase por Jean-Paul Sartre me gusta mucho y la podemos aplicar a la situación de hoy en día. Aunque yo tengo el derecho a no usar mascara al salir a la calle, no tengo derecho a enfermar a las otras personas al no usarlas. De igual modo, no puedo forzar a otros a usar máscaras si no quieren, pero creo que las otras personas deben pensar más allá de su propia libertad y en las repercusiones que sus actos dentro de esta libertad tendrán en la de los demás.
Abraham Lincoln, quizás el mejor presidente que ha tenido los Estados Unidos, creía que todas las leyes debían seguirse, justas o injustas; pero según San Agustín, «una ley injusta no es una ley en absoluto». Ergo, creo que las leyes injustas no deben seguirse porque no son leyes reales y porque son inmorales, y la moralidad supera a la ley.