El pleno del Congreso de la Ciudad de México lleva dos meses sin trabajar para hacer frente a la pandemia por covid-19 de manera directa o facilitando herramientas para su lucha.
La última vez que los diputados hicieron algo respecto a la pandemia fue el 19 de marzo pasado, cuando donaron 400 millones de pesos de su presupuesto a la Secretaría de Salud local.
Luego sesionaron de forma remota el 3 de abril para aprobar una reforma al artículo cuarto de la Constitución local que elevó a rango constitucional los programas sociales.
Mañana nuevamente sesionarán de forma presencial en el pleno en Donceles, conforme a la convocatoria que envió la Mesa Directiva.
Está previsto que definan si hay consenso o no para reformar el reglamento interno y realizar las sesiones del pleno de forma virtual.
Si se aprueba esto último, podrán sesionar apenas una docena de días, ya que este periodo ordinario de sesiones termina el 31 de mayo.
El 9 de abril, la diputada Gabriela Salido (PAN) presentó una iniciativa para reformar la Ley Orgánica y el reglamento interno del Congreso para hacer posibles las sesiones virtuales del pleno. Al día siguiente, José Luis Rodríguez (Morena) presentó una iniciativa para reformar el reglamento interno con el mismo objetivo, pero las iniciativas ni siquiera se debatieron en las sesiones virtuales de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Salido expresó que su iniciativa propone que el orden del día de las sesiones virtuales “esté previamente acordado y acotamos la temática a la emergencia (sanitaria) a la que se hace referencia: solamente se podrán tratar temas de salubridad, abasto, desarrollo económico, desarrollo social y seguridad ciudadana.
La iniciativa de Morena no establece ningún límite para los temas que se podrían tratar; abre la puerta a cualquier tema, y nosotros creemos que debe estar acotado a la emergencia sanitaria”, dijo en entrevista.
La Jucopo ha sesionado virtualmente el 23 de abril y el 7, 11 y 14 de mayo. Tanto de Morena como de la oposición hay acusaciones de inmovilizar al congreso.
Sobre las iniciativas que ha habido para permitir las sesiones virtuales y que éstas no avancen, Mauricio Tabe, líder de la bancada del PAN y presidente de la Jucopo, rechazó responsabilidad:
No es responsabilidad de la Jucopo decidirlo; es responsabilidad del presidente de la Comisión de Normatividad, que preside Morena. Morena ha tenido paralizado al Congreso”.
Tabe dijo que la ruta legislativa para la reforma a la ley orgánica del Congreso implica que la Comisión de Normatividad y Prácticas Legislativas presente un dictamen al pleno, el cual debe sesionar de forma presencial y, si se aprueba, deben pasar diez días para que pueda haber sesiones virtuales.
Sin embargo, José Luis Rodríguez, dijo en entrevista que “para poder tener sesiones virtuales hay dos vías, un acuerdo de la Jucopo o una reforma a la Ley Orgánica del congreso local.
La propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, el máximo tribunal de este país, sesiona de manera virtual y esas sesiones no están dispuestas en su ley orgánica, las llevan a cabo porque fue un acuerdo de los ministros”.
El jueves pasado en la sesión virtual de la Jucopo, Morena y la oposición no llegaron a un acuerdo sobre el tema, y, por la tarde, la presidenta de la Mesa Directiva, Isabela Rosales, emitió una convocatoria para citar a sesión ordinaria del pleno maána a las 11:00 horas, para analizar un dictamen de la Comisión de Normatividad y Prácticas legislativas sobre sesiones virtuales. La propuesta de dictamen la empezaron a entregar ayer a algunos legisladores.
De acuerdo con la oposición, Morena preparó un proyecto que plantea que en las sesiones virtuales se puedan abordar todos los temas, no únicamente los de la emergencia sanitaria.
En tanto, fuera de la bancada mayoritaria buscan negociar para que en el dictamen se establezca que no se pueden tocar la Constitución de la Ciudad de México, las leyes constitucionales, los nombramientos que se hacen en el pleno ni las tomas de protesta.
Morena requiere 44 votos para aprobar la reforma a la Ley Orgánica del Congreso, pero algunos de sus diputados y aliados han adelantado que no acudirán mañana a la sesión por ser población de riesgo ante el coronavirus.
Jorge Gaviño (PRD), considera que el Congreso no debió dejar de sesionar, por lo menos no en el periodo del 19 de marzo al 20 de abril, y tendría que haber cancelado las sesiones presenciales hasta que se decretó la fase 3, el 21 de abril. Rodríguez asegura que la actividad legislativa no se ha detenido del todo.