Trump dirige a EU a «Fase 2» de la pandemia, incluso si eso significa más muertes

El presidente Donald Trump fijó su curso sobre la reapertura de la nación para los negocios, reconociendo que la medida causará más infecciones y muertes por la pandemia del COVID-19, pero insistió en que es un costo que está dispuesto a pagar para que la economía vuelva a la normalidad.
Trump cambió su retórica el martes, ignorando las advertencias sobre cuándo y si los estados deben reabrir sus economías. En su lugar, presentó la inminente flexibilización de las reglas de quedarse en casa como un hecho consumado.
A medida que los gobernadores del sur y Medio Oeste han comenzado a regresar a la gente al trabajo, Trump afirmó que el país está pasando a la ‘Fase dos’ de la respuesta de la nación a la pandemia.
Este miércoles, el mandatario echó para atrás los planes de disolver el grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca, un grupo de expertos en salud pública que han asesorado a la administración sobre cómo enfrentar el brote.
El grupo continuará su trabajo «indefinidamente», aclaró Trump en una serie de tuits.
El presidente ha reclamado durante más de un mes el regreso a la normalidad, atrapado entre el devastador costo humano de la pandemia y la calamidad que ha afectado a la economía a medida que las medidas de distanciamiento social empujaron a más de 30 millones de personas al desempleo en cuestión de semanas.
El martes fue la primera ocasión en la que que presentó, de forma clara y sin reservas, su propio análisis de costo-beneficio de la situación.
“¿Serán afectadas algunas personas? Si. ¿Algunas personas se verán afectadas gravemente? Sí , pero tenemos que abrir nuestro país y tenemos que abrirlo pronto», declaró.
En su visita a una fábrica de Phoenix Honeywell International, que produce cubrebocas, Trump alentó a los estadounidenses a pensar en sí mismos como «guerreros» si abandonan sus hogares, un reconocimiento tácito sobre las reservas públicas de reabrir la economía demasiado pronto.
Según un análisis de Bloomberg News, veinte estados comenzaron su reapertura sin cumplir con los criterios que el mismo Trump describió el mes pasado, incluida una disminución sostenida en la cantidad de infecciones.

Estados Unidos continúa sufriendo el mayor brote del nuevo coronavirus en el mundo, con aproximadamente 1.2 millones de personas infectadas y más de 71 mil muertos hasta el momento.

Hablando por separado en una entrevista con ABC News transmitida el martes por la noche, Trump dijo que cerrar la nación fue «la decisión más importante que he tenido que tomar».

Y aunque recientemente, el 22 de abril, criticó al gobernador de Georgia, Brian Kemp, por reabrir salones, peluquerías, salones de tatuajes y gimnasios, el martes estaba decidido a hacer que la gente volviera al trabajo.

«Habrá más muerte. El virus pasará, con o sin una vacuna. Y creo que nos está yendo muy bien con las vacunas pero, con o sin una vacuna, va a pasar y volveremos a la normalidad «, consideró.

En Phoenix, Trump alentó a los estados a que flexibilicen las medidas de distanciamiento social y permitan que las empresas vuelvan a abrir, aunque advirtió que esto debe hacerse «de manera segura».

Sin embargo, el presidente se negó a dar un ejemplo a la nación al participar en un protocolo de seguridad recomendado por su propio Gobierno: usar un cubrebocas. Mientras recorría la planta de Honeywell, Trump solo usó gafas de seguridad.

Funcionarios de la Casa Blanca tampoco se pusieron las máscaras, que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan cuando no es posible el distanciamiento social. Por el contrario, trabajadores de la fábrica, miembros de la prensa y otro personal de apoyo sí lo hicieron. Trump también lamentó que tuvo que estar a seis pies de distancia de dos seguidores durante su discurso, incluido uno que llevaba un chaleco de mezclilla con lentejuelas con su eslogan de campaña.

Trump comentó que «médicos» que no nombró le habían aconsejado cerrar la economía «por un par de años».

“Construí, con muchas otras personas con mucho talento y la gente de nuestro país, la mayor economía de la historia del mundo, lo mejor que hemos tenido «, aseguró Trump, refiriéndose a lo que había sido el argumento clave de su campaña de reelección.

«Y luego un día dijeron: ‘Tenemos que cerrar nuestro país’. Bueno, ahora es el momento de abrirnos», concluyó.

Los expertos en salud pública han advertido en repetidas ocasiones que el país corre el riesgo de una segunda ola de infecciones si las restricciones se levantan demasiado pronto, lo que podría conducir a otra ronda de cierres y daños económicos.

Pero incluso cuando Trump admitió que una reapertura a gran escala podría provocar más muertes, expresó optimismo porque el virus desaparecerá, y agregó que si los casos repuntan, será como un «incendio» que podría extinguirse «rápidamente».

También descartó dos nuevas proyecciones que pintaban un panorama desolador de lo que podría suceder si el país levanta las cuarentenas muy rápido: un modelo de la Universidad Johns Hopkins reveló que las muertes podrían llegar a 3 mil por día para el 1 de junio y un análisis de la Universidad de Washington mostró que el número de muertos podría llegar a 135 mil a principios de agosto.

“Estos modelos han estado tan equivocados desde el primer día, tanto en el lado bajo como en el alto. Han estado tan equivocados, han estado tan fuera de control, y siguen haciendo nuevos modelos, nuevos modelos y están equivocados», criticó.