El Museo de arte de Italia, La Galería Borghese

La Galería Borghese de Roma es probablemente el museo más fascinante de Italia. La sede, un antiguo palacio del siglo XVII con unos magníficos estucos, es el marco ideal para obras maestras del arte famosas en el mundo entero.
La galería, mandada construir por el cardenal Escipión Borghese, conserva pinturas de Tiziano y Caravaggio, esculturas de Canova y Bernini y demás obras de arte de una belleza sin par.
Desde el principio el proyecto de Villa Borghese fue pensado como un lugar de cultura: museo, para exponer las imágenes de arte antiguo confrontadas con las de época moderna; dioramas para contemplar la naturaleza y las plantas, animales exóticos y fósiles, así como lugar para el estudio y biblioteca para comprender mejor la tecnología moderna (alberga autómatas, espejos, lentes y relojes).
Una gran pajarería, cultivos de gusanos de seda, plantas exóticas y un jardín zoológico formaban el Teatro del Universo deseado por el cardenal.
Historia de la Galería Borghese
El Palacio Borghese y el parque fueron realizados a inicios del siglo XVII apenas fuera de la muralla aureliana, en el terreno de un viñedo. Los trabajos de construcción del Palacio, se desarrollaron sustancialmente en un año, 1612, mientras que la decoración con obras escultóricas y la elaboración de los jardines se prorrogaron hasta 1620. Fue Ponzio, arquitecto de confianza del papa Pablo V quien proyectó la perfecta volumetría de las salas.
Gracias a la riqueza y al poder acumulado por la familia, se consiguió crear una de las más amplias e importantes colecciones personales de todos los tiempos El retrato en mármol de Paulina Bonaparte Borghese es una de las obras maestras del neoclasicismo. Esculpido por Canova entre 1805 y 1808, retrata a la mujer de Camilo Borghese como una Venus Vencedora y es una de las piezas más importantes de la colección actual del Museo Borghese junto con las obras de Gian Lorenzo Bernini.
Además de los numerosos grupos escultóricos de mármol, en las salas de la galería se pueden admirar pinturas de Rafael, Tiziano, Antonello da Messina, Cranach y Caravaggio. Entre ellos, «David con la cabeza de Goliat», obra del período napolitano de Caravaggio realizado poco antes de su muerte, destaca por el magnífico claroscuro que enfatiza la cabeza de Goliat, considerado un autorretrato del controvertido pintor.