El hambre

  • La mejor divisa para el capitalismo rapaz

Nos dan mil pesos por cada persona que invitemos a trabajar en la planta”. Nos comentaba un obrero de la General Motors (GM), que viajaba con un servidor de raid, de la comunidad del Tanquito a Corcovada en Villa Hidalgo, hace dos años.
Pues como casi nadie quiere trabajar en la zona industrial por los bajos salarios, ahora los dueños de las grandes plantas como la GM, BMW, TOYOTA, y de otras empresas, pues se vienen a buscar gente a los ranchitos para llevársela a trabajar a la ciudad de San Luis Potosí.
Eran momentos de bonanza y de alza de la industria automotriz en el país, llegando México a ocupar el 6° lugar a nivel mundial, generando importantes divisas al país. Nuestra entidad impulsando la fabricación de autos se colocó entre las principales ciudades del mundo por la gran exportación de automóviles; sin embargo a finales del 2018, dado la pérdida del poder adquisitivo de la gente para comprar carros y el incremento de los combustibles en todo el orbe; los almacenes de las fábricas de autos estuvieron a punto de reventar por las enormes bajas de venta. En nuestro país, según datos del INEGI de enero del 2019, apenas se vendieron un millón 317 mil unidades, con una caída del 7.6%, y con esa tendencia para éste año, nuestra economía caería en recesión. Urgía bajar los costos de fabricación de carros en México y parar la producción de automóviles, para desfogar el almacenamiento de autos que no se venden.

Y llegó el coronavirus…

“Como anillo al dedo”, les cayó a los capitalistas de todo el planeta la paralización de la economía mundial, sobre todo, a los dueños de las grandes empresas monopólicas y transnacionales, que aumentarán de manera descomunal sus capitales al arrasar a sus competidores más débiles, estableciendo una nueva repartición de capitales y hegemonía imperialista.
Parar la producción, cerrar fábricas y empresas; echar a la calle a sus empleados era lo que les urgía a los grandes capitalistas antes de la pandemia del coronavirus, pero ahora, tienen la mejor justificación para correr a sus trabajadores, incluso, sin indemnización, debido a la contingencia sanitaria.
Bajar los costos de producción. Lo más práctico para los capitalistas en la fabricación de sus mercancías para que fuera más barato su costo de producción, era y es, pagar salarios miserables, sin embargo, en nuestro país y en nuestra entidad, debido a que los salarios de los trabajadores eran tan bajos en las fábricas, muchos preferían dedicarse al empleo informal; del cual en México y también en San Luis Potosí, más del 60% de las personas en edad de trabajar, preferían laborar como comerciantes ambulantes, taxistas, domésticas, lava carros, meseros, etcétera. Pero, muchos de éstos trabajadores prófugos del “empleo formal”, arruinados y hambrientos, debido a los efectos de ésta crisis, seguro se sumarán a los miles de desempleados de la zona fabril, que al momento, según la Secretaría del Trabajo suman cerca de los 100 mil parados, y sucederá el milagro que esperaban los dueños de las empresas, un ejército infinito de mano de obra barata, de miles de bocas hambrientas que estarán dispuestas a ocuparse en las peores condiciones de trabajo, con tal de llevar algo de comida a la familia; ya no será necesario importar mano de obra fuera de la ciudad ni de los ranchitos, porque ahora los hambrientos los tendrán a la puerta de sus fábricas.
A través del hambre los trabajadores de todo el mundo, los mexicanos, los potosinos; se verán obligados a trabajar en las peores condiciones de trabajo; pero también por el hambre, por tanta injustica social, es que pueblos enteros se han levantado en contra de sus opresores. Una anécdota. Se cuenta que en las postrimerías de la caduca monarquía Francesa, los campesinos hambrientos y explotados, se fueron en masa a manifestar al palacio del último monarca Francés Luis XVI, y gritar que estaban con hambre y que querían pan, la reina María Antonieta, una frívola y extravagante gobernante, al escuchar a los desarrapados en las afueras de su palacio, dijo en tono burlón Qu’ils mangent de la brioche, “Mejor que coman pasteles”. Y años después se llevó a cabo la gran Revolución Burguesa y cayó la monarquía en Francia.
Lo mismo puede pasar, tumbar al orden social establecido, ante tanta indiferencia y burla de nuestros gobernantes, que han prometido que “primero los pobres”, y no se ve como se apoyará a los trabajadores, por el contrario menos apoyo al campo, a la realización de obras, al sector salud; sus tarjetitas de programas sociales a pocos mexicanos se les han entregado. También el gobierno del estado y del municipio, han ofrecido apoyos alimenticios y no se ven por ningún lado los apoyos ofrecidos. No queda de otra, más que luchar por pan para los pobres, es lo que se impone en estos momentos de hambre y de tanta injusticia social.