Por primera vez, quizá en toda la historia de la Iglesia Católica, este 5 de abril se llevó a cabo la celebración del tradicional Domingo de Ramos sin fieles en todos los templos de la Arquidiócesis de San Luis Potosí como medida de prevención para evitar el incremento en el número de contagios por Covid-19, sin embargo y con altas medidas de seguridad, al interior de las parroquias, lo sacerdotes oficiaron la misa correspondiente.
En la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí, el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero encabezó la celebración eucarística a puerta cerrada con la finalidad de evitar las aglomeraciones; al interior, la ceremonia se llevó a cabo con todos los procedimientos tradicionales con la única excepción de que no se contó con la presencia de feligreses ni se llevó a cabo la bendición habitual de las palmas.
Al término, el jerarca religioso ofreció rueda de prensa en donde conminó a los fieles a ser pacientes y atender las recomendaciones emitidas por las autoridades de Salud para evitar la propagación del coronavirus. “La bendición de ramos no es un sacramento, es un sacramental y los mismos padres de familia lo pueden hacer y colocar en las puertas de sus hogares como anuncio del triunfo de Jesucristo» explicó Cabrero Romero.
Finalmente y ante la presencia de personas que permanecieron frente a la puerta de Catedral mientas se celebraba la eucaristía, el arzobispo de San Luis Potosí conminó a la feligresía en general a mantenerse en sus hogares y a seguir las mismas a través de las redes sociales, por radio o por televisión, medios que se ha habilitado para difundir las actividades que se estarán realizando con motivo de la Semana Santa en todo el mundo.