España supera las 10 mil muertes por coronavirus

Batir el récord del número de muertes por coronavirus en España casi no es noticia: viene sucediendo prácticamente a diario desde que estalló la crisis. Pero este jueves el salto ha sido todavía mayor: 950 fallecimientos en una sola jornada, hasta superar los 10.000 en total, muy cerca de los 969 que Italia registró en un solo día (971, según los datos consolidados de la Organización Mundial de la Salud), el máximo mundial hasta el momento en una sola jornada. Esta cifra supone que España ya acumula el 20% del total de víctimas mortales declaradas en el mundo por coronavirus (50.230, según el dato de las 19.00 de la Universidad Johns Hopkings).
Es el sexto día consecutivo que se superan las 800 muertes, si bien los anteriores se habían mantenido en una horquilla que solía estar alrededor de los 850 (ver gráfico). Este repunte no altera, sin embargo, una tendencia de desaceleración en términos relativos que se viene observando desde el 25 de marzo. Esto es posible porque, como los casos son cada vez más numerosos, la cantidad relativa de fallecimientos, a pesar de subir en términos absolutos, baja en porcentuales. Las buenas noticias de verdad, el cambio de tendencia en la curva, llegarán cuando comience una caída sostenida también en los números absolutos. Pero los expertos aseguran que este fenómeno no describirá una V invertida, sino más bien una U, con una meseta de estabilización antes de que comience el descenso. Los porcentajes muestran cómo España se encamina hacia esa meseta.

Esta meseta es el resultado de las diferentes velocidades en las que la epidemia se desarrolla en España. Esto provoca que cuando el crecimiento de fallecidos empieza a perder fuerza en las comunidades golpeadas primero por el virus, tomen el relevo otras. El mejor ejemplo del primero grupo es Madrid, pero también el País Vasco o La Rioja. Ninguna de ellas ha llegado a doblar en los últimos seis días el número de fallecidos, que pese a algunas oscilaciones ha tendido a estabilizarse.

Por el contrario, los muertos prácticamente se han triplicado en estos mismos seis días en comunidades como Galicia, Extremadura, Cantabria y Murcia, que partían de una incidencia mucho más reducida. Y entre ambos grupos se sitúan aquellas (Cataluña, Castilla-La Mancha y Castilla y León) que ya hace 10 días que empezaron a seguir la estela de Madrid y a ver como se aceleraban sus indicadores.

El resultado son tres tendencias que actúan de forma solapada y que mantienen por ahora ligeramente al alza el balance de fallecidos, como se ha visto este jueves. Y, según todos los expertos consultados, se avecina una ancha meseta en la que se sucederán, con algunas oscilaciones, los días con una cantidad de muertos similar, como ya ha ocurrido en Italia.

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Además, realmente no hay una curva, sino que son varias. La que refleja el número de muertes (o su porcentaje) es en realidad la última en cambiar, ya que en primer lugar una persona se infecta, al cabo de un tiempo detecta los síntomas y, si la enfermedad es grave, generalmente es hospitalizada y pasa por la UCI hasta que muere. Ese es el orden en el que cada una de esas curvas va bajando. Y, entre la infección y el fallecimiento pueden pasar alrededor de tres semanas.

El de los casos, además, como se viene repitiendo, es un dato bastante irreal, puesto que por el momento solo se detectan los más graves. Este jueves han llegado a 110.238, con una subida de un 7,9%, un porcentaje que también viene cayendo desde hace más de una semana. “En el pico ya estamos, el foco ahora lo tenemos en que en los próximos días no lleguemos al punto de saturación de las UCI”, ha dicho Fernando Simón, director del Centro de Coordinación y Alertas Sanitarias (CCAES).