Máximo, la ‘Fresa Salvaje’ que festeja 20 años como luchador profesional

Hace 20 años la lucha libre mexicana vio debutar a uno de los exponentes más carismáticos de los últimos años. La Fresa Salvaje, Máximo, llegó a los encordados mexicanos para darle un toque diferente al pancracio, sin embargo no todo ha sido color de rosa para el exótico ya que el hecho de pertenecer a este bando le ha traído muchas críticas a lo largo de su carrera.
El Guerrero de los Buenos Modales platicó sobre los primeros pasos de su personaje, el cual no estaba destinado en un principio a ser exótico.
“La idea era hacer un personaje estilo Ivan Drago, de la película Rocky IV, pero en los entrenamientos se me ocurrió hacer ademanes y gestos de un luchador exótico. Ahí surge la idea de trabajar así el personaje, se me brindó la oportunidad y al público le gustó. Tú te imaginas el nombre de Máximo como un hombre grande y musculoso y salió todo lo contrario”, declaró La Fresa Salvaje entre risas. Máximo pertenece a la dinastía Alvarado, encabezada por su abuelo Shadito Cruz y respetada por los encuentros de su padre y sus tíos: Los Brazos, unos luchadores caracterizados por ser demasiado aguerridos dentro del ring con mucha lona y sangre recorrida sobre todo en la década de los 80s. Es por eso que dentro del seno familiar no fue muy bien visto que el hijo del Brazo de Plata fuera un luchador exótico.
“El primero en levantar la voz fue mi papá quien se me acercó y me dijo ‘Oye hijo ¿por qué no me habías comentado que tenías otras preferencias?”, confesó Máximo. Otro de los que se acercaron fue el Brazo de Oro quien tomó una postura menos comprensiva. “Yo sabía que estabas encerrado en el closet”, fueron las palabras de Jesús Alvarado sobre el personaje de su sobrino, Máximo.