En México: Una noche oscura

Así pronosticaba la futura situación del país el pasado 21 de noviembre Homero Aguirre Enríquez, vocero del Movimiento Antorchista Nacional ante miles de mis compañeros antorchistas que durante 12 días se mantuvieron en manifestación ante las instalaciones del Congreso de la Unión, exigiendo a los diputados de Morena que en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), de éste 2020, se asignaran recursos para obras de agua potable, drenaje, introducción de energía eléctrica y entre otras obras de infraestructura básica, caminos para comunidades y colonias marginadas en el país; además que se aumentaran recursos para el sector salud, a la educación y al campo; sin embargo, los diputados morenistas haciendo oídos sordos a éstos justos reclamos, como viles delincuentes, utilizando la oscuridad de la noche y en una sede alterna del Congreso de la Unión -en Santa Fe al Poniente de la Ciudad de México- , dieron albazo a la Cámara de Diputados y eliminaron el Ramo 23 del PEF, que se destinaba para obras de infraestructura básica; todo para satisfacer el ego de AMLO, que se interesa por la construcción de obras superfluas como el Tren Maya, mientras nuestro el pueblo de México muriéndose se hambre y en la marginación.

No pasó mucho tiempo para llegar a ver y sufrir el negro panorama que se presagiaba para México. A principios de año, nos dimos por enterados de que el crecimiento económico llegó al 0.1%, que por la falta de inversión en obra pública había desempleo. En el sector salud con la desaparición del Seguro Popular, ahora INSABI, el sistema de salud se colapsó; la producción del campo en la agonía; la inseguridad y criminalidad se disparó como nunca en nuestro país, y ahora por los efectos externos de la sobreproducción mundial del petróleo, caen los precios de la venta del hidrocarburo –fuente de las finanzas públicas en el país– , se devalúa nuestra moneda frente al dólar y vino lo peor, la pandemia del COVID-19, mejor conocido como coronavirus que ha paralizado nuestra economía.

El pasado viernes 20 de marzo, 23 de 25 entidades financieras encuestadas por Citybanamex presentaron un pronóstico de crecimiento negativo, que fluctuó entre el -1.8 y menos 5.8%. (OEM 21 de marzo). En conclusión, estamos en crisis económica, la más terrible en los últimos 90 años, como lo señalan varios analistas económicos.

Por lo pronto, más de 30 empresas relacionadas con la industria automotriz en nuestra entidad ya se encuentran en “paro técnico”, dejando en la calle a miles de obreros potosinos. Esta medida les cayó como “anillo al dedo” a los dueños de las empresas trasnacionales, debido a la sobreproducción de vehículos en el mundo y sus bajas ventas, en el primer trimestre del 2019, se comercializaron en México 638 mil automóviles nuevos, el volumen más bajo para un periodo similar en los últimos cuatro años (El financiero 04/07/19). Desde el año pasado varias empresas, entre ellas, la General Motors, iniciaron sus paros técnicos por la crisis que se avecinaba, y ahora, por la contingencia del coronavirus, han desplegado con toda libertad sus paros y despido de trabajadores, aumentando el ejército de mano de obra y el desempleo; y por consiguiente, la imposición de salarios miserables en la entidad. Estos son los trabajadores que laboran en el empleo formal, ¿pero los que se trabajan en la informalidad –que en San Luis Potosí, representan más del 55% (datos de la STPS)– y que se sostienen con lo que ganan al día, ahora de que van a vivir? Los taxistas, meseros, lava carros, albañiles, domésticas y entre otros, los comerciantes ambulantes.

¿Pues de qué vamos a vivir? Si no nos morimos del coronavirus, podemos morirnos de hambre o de otras enfermedades. Me comentaba triste Rodolfo Pérez Octaviano, comerciante ambulante de papitas y frituras en la Plaza del Carmen de ésta ciudad.
Desde el año pasado me ha ido muy mal, el 26 de agosto del año pasado una muchacha en estado de ebriedad atropelló con su carro mi puesto de frituras, y aquí estaba mi esposa, la aplastó con su vehículo lo que le provocó el estallamiento de vísceras y le quebró sus pies; de milagro se salvó y ahora la tengo en terapia, y pues se me complicó todo, se me subió la azúcar porque soy diabético, me enfermé y no tenía quién me cuidará a mis niños, tengo tres, afortunadamente mis compañeros comerciantes me alivianaron para darles de comer, ahora estoy endrogado, pedí un préstamo de 15 mil pesos, y pues apenas la voy librando, pero ahora con lo del coronavirus, se me va a complicar mucho, hay veces que no tengo para el tratamiento de ella, ni el mío; estamos enfermos y luego nuestros niños…. Te lo juro, hay días que no tenemos ni para comer, ni para el camión. Me decía con voz entrecortada el pobre comerciante frotándose las manos, quien era observado en forma de sorpresa por sus pequeños hijos que ese día lo acompañaban a su trabajo.

Una noche oscura viviremos los mexicanos en estos momentos de gran incertidumbre por la propagación de la pandemia del coronavirus, por la terrible crisis económica que sufriremos y la fuerza inmoral del gobierno de la 4T; sin embargo, creo que no hay mal que por bien no venga, va llegado el momento en que la clase trabajadora del país, va desembarazándose de la ideología de la clase en el poder, y confiando en su fuerza y su número, que somos la mayoría en el país; para decidir qué rumbo tomar, qué futuro queremos para México y quiénes deben gobernar éste país, y en ese rumbo afortunadamente está el Movimiento Antorchista Nacional, como la organización de masas más consciente, grande, fuerte y articulada en el país; para luchar por la conquista del poder político en defensa de los intereses más genuinos de las clases laborantes en el país.

Hay esperanza para esta patria y sus hijos con la dirección del Movimiento Antorchista. Como sentenciará Miguel de Cervantes Saavedra, en el frontispicio de su inmortal obra, el Ingenio Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Post Tenebras Spero Lucem. “Después de la tinieblas espero la luz”.