Rafael Nadal no tiene mucho tiempo para cocinar porque habitualmente se encuentra fuera de casa viajando por torneos o por diferentes compromisos comerciales.
La mayoría de sus comidas son en restaurantes y hoteles.Durante el confinamiento por el coronavirus, sin embargo, el tenista da rienda suelta a una de sus pasiones, que sólo puede practicar en cuentagotas durante Wimbledon.
En el ‘Grand’ Slam’ de la hierba alquila una casa al lado del All England Club y suele preparar la cena tanto para él como para el resto de su equipo después de llenar la cesta de la compra en el supermercado. Nadal subió hoy a las redes un par de fotografías preparando el almuerzo como un ciudadano español más en su casa de Porto Cristo, donde se mantiene encerrado desde que el Gobierno español decreto la alarma por el COVID-19.
El número dos mundial es un amante de todo tipo de pasta, arroz y pescado. Se llena de salmón durante la competencia oficial.
