Aún no hay infecciones locales

Se puede frenar al Covid-19

Mientras muchos potosinos siguen abarrotando tiendas y súper mercados como si fuera un regalo vacacional el actual periodo de alejamiento social y sana distancia, ayer subió a 18 la cifra de casos de coronavirus en nuestra entidad.
Oficialmente en SLP todavía no hay propagación local del virus, aunque desde este lunes la Organización Mundial de la Salud, OMS, puso a México entre las naciones donde el SARS-COV-2, el nombre técnico de éste virus, ya habita libremente en el medio ambiente nacional y por eso se debe reforzar las medidas de aislamiento social.
Desde ese momento debimos entrar en la fase 2 de contrarresto a la pandemia pero, por aquello de que donde manda presidente, la salud de todos puede esperar pues no gobierna la SSA, hasta ayer en la mañanera se confirmó oficialmente la fase II, lo que no significa que la pandemia haya salido de control, sólo que con más ganas nos quedemos en casa.
Según los expertos, lo mejor para un virus es mucha gente, muy junta y moviéndose así que cuanto menos nos movamos y más separados estemos, mejor.
Pero, ¿por qué ahora las autoridades nos insisten tanto en esas medidas de contención y aislamiento y por qué son tan necesarias?
– En una epidemia por un agente infeccioso, el número de casos aumenta progresivamente conforme pasa el tiempo propagándose según tres tipos de individuos: los que pueden contraer la infección, los que ya están infectados y los que se han recuperado y ya crearon defensas contra la enfermedad.

URGE FRENAR CONTAGIOS

Al principio el número de susceptibles es alto y el número de infectados aumenta con rapidez. Luego, conforme pasa el tiempo, el número de susceptibles va disminuyendo – porque se han curado, se han inmunizado, los hemos vacunado o han muerto-, y llegamos al “pico” de la epidemia.
Una vez alcanzado el patógeno ya no puede transmitirse con tanta eficacia en la población disminuyendo el número de enfermos.
Lo rápido que vaya la epidemia y lo picuda que sea esa curva depende de muchos factores. Principalmente del grado de transmisibilidad del virus y si la población es más o menos susceptible de infectarse, como los jóvenes, tan adeptos a reunirse en grupos.
El problema con el Covid-19 es que es muy transmisible y, al ser nuevo, la población no ha tenido contacto previo con él, no tienen inmunidad y, en principio, todos somos susceptibles de enfermarnos.
Si la epidemia va muy rápido y la curva es muy aguda, uno de los problemas más graves es el colapso del sistema de salud. No es lo mismo tener 10 casos en 10 días, que 100 en un solo día y así seguir, aunque el 80% de las infecciones por SARS-CoV-2 puedan ser asintomáticos o leves, en un 16% puede causar neumonía y en un 4% puede acarrear la muerte.
Las neumonías no son catarros simples, pueden ser muy graves y en muchos casos requieren ir a un hospital y ser internados. Por eso, es tan importante frenar la curva y cumplir las medidas de intervención.
El objetivo de la sana distancia no es que la gente no se infecte, esto probablemente ya sea inevitable, sino que se retrase la infección y reduzcamos el pico de la epidemia, como pasó en Japón.

ATINADAS MEDIDAS

En SLP todavía podemos contenerlo, las medidas adoptadas por el gobernador Juan Manuel Carreras López, para encarar la pandemia tienen buenos resultados y continúan replicándose, sobre todo en servicios vitales para la población en general, como el transporte público, en donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, SCT, estatal, ya dejó sentir mano firme al impedir que se suspendan o acorten rutas porque afectan a trabajadores de segundo turno.
La comunidad debe ser consciente que estamos a punto de entrar en la fase crítica, en una semana a más tardar, y cualquier precaución es vital para conservar no solamente nuestra salud sino la de los cercanos, por ello es preciso dejar escapar la ética y el buen entender, como única alternativa para recoger los mejores frutos al término de esta pesadilla.
Aislando los focos se podría frenar la curva del Covid-19 en nuestra entidad, pero eso no será suficiente y el número de contagiados seguirá creciendo si usted o nosotros, no hacemos nuestra parte: Quedarnos en casa, aplicar la sana distancia, reforzar nuestros hábitos de higiene personal, cuidar especialmente a las personas con factores de riesgo. Definitivamente la autoridad no puede sola, requiere de la solidaridad de todos. Es un ahora o nunca.
En México, nuestros ordenamientos jurídicos contemplan disposiciones específicas para que, en caso de epidemias graves, o de “peligro de invasión de enfermedades exóticas”, se dicten “inmediatas medidas preventivas indispensables para preservar la salud de los mexicanos”, de acuerdo con las bases primera, segunda y tercera de la fracción XVI del artículo 73 de la Constitución, que faculta a dos instituciones para ordenar estas medidas: El Consejo de Salubridad General, CSG, que depende directamente del presidente de la República, y la Secretaría de Salud, representada por su titular.

MARCO LEGAL

Este CSG es quien determina aislamientos, cierres y acciones extraordinarias en materia de salubridad, relaciones exteriores, políticas internas y economía entre otras, pudiendo crear un cuantioso fondo de contingencia para ayudar financieramente a los cientos de miles de mexicanos que se quedarán sin empleo.
En este contexto, las mujeres serán las más afectadas pues son las que ante la escasez se quitan el pan de la boca para dejárselo a sus hijos, las que tienen que ir a trabajar cuando ante la suspensión de clases, sus hijos se quedan solos en casa corriendo riesgos; las que trabajan en la economía informal y que además deben fletarse con los hijos al volver a casa, aunque pierdan sus ingresos.
El “viene-viene” ya no recibe propinas; las calles se han quedado solas, los negocios cerraron aunque de eso vivían. La gente necesita que se pospongan pagos de hipotecas, de servicios de agua, luz, teléfono, rentas, etc.
Se requieren créditos blandos, que a cada familia que vive al día se le apoye económicamente y que ese recurso provenga de un fondo de contingencia que en éste momento no existe aunque lo mandate la Constitución, porque todos se fueron a los populistas programas de la 4T.
También debe apoyarse a las empresas, sobre todo a las pequeñas y medianas, para que mantengan tanto empleos como prestaciones, aunque paguen el equivalente porcentual a una incapacidad. Mientras no se tomen las medidas de apoyo económico, nadie puede reducir los salarios.
Pero nada de esto se ha hecho, al contrario, mientras la SSA presenta a Susana Distancia, el presidente nos llama a rebelarnos al encierro y esperar hasta que él nos diga cuándo encerrarnos en casa. Es tan arriesgado como jugar a una ruleta rusa. Mejor que cumpla con la ley y nos comience a apoyar ¿No cree usted?.

margarita_basanez@yahoo.com.mx