¡Ya nos cayó el Covid-19!

Justos reclamos en la UASLP

La crisis del coronavirus, quedó instalada en las preocupaciones de los potosinos luego de confirmarse el primer caso importado aquí, pero igual que las denuncias de acoso sexual en Cobach y UASLP, de ninguna manera debe ser aprovechada por motivos políticos.
Rumores con falsedades, especulaciones sin sustento y descalificaciones facilonas de nada ayudan en ambos casos, a enfrentar una situación para lo cual es indispensable la unidad y responsabilidad de la sociedad entera.
Sólo podremos superarlos, si todos juntos actuamos con solidaridad, madures y responsabilidad. Los gritos y sombrerazos de nada sirven, igual que anticiparnos con aislamientos que podrían salir más caros que la enfermedad.
El aislamiento se prevé para la fase de contagio comunitario, es decir, por trasmisión local y no importada, lo que podría estar sucediendo hasta las vacaciones de Semana Santa con lo cual, nuestra economía saldrá menos raspada.
Afortunadamente ya el Hospital Central está listo para enfrentar la etapa 2 de la pandemia, que será de abundantes contagios, aunque la enfermedad es de curso rápido.
Tenemos la experiencia del AH1N1, podemos hacer que el Covid-19 no pase de un simple catarrito, aunque nos dé a muchos y seguramente para el 2021 ya habrá una vacuna y el panorama será mejor.
En tanto la UASLP, no considera cerrar sus aulas por el primer caso positivo de coronavirus, aunque es factible que se sumen al anticipo y ampliación del periodo vacacional anunciado por la SEP.

PROTECCION PERMANENTE EN LA UASLP

En este marco estudiantes y directores sostuvieron una reunión a puerta cerrada con el Secretario General de la UASLP, Anuar Kasis Ariceaga, para abordar las recientes denuncias de casos de acoso sexual en la institución.
Oficialmente se anunció un Protocolo de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación del Acoso y el Hostigamiento, PPASEAH, de la UASLP, que sólo 5 universidades del país tienen, con el cual han sido creadas instancias para atender, orientar y proteger de manera permanente a la comunidad femenina de la UASLP en todos sus espacios e instancias, y ya aprobado por el CDU.
Está conformado por la Dirección de Fortalecimiento Humano, DFH; el Observatorio Universitario de Equidad y Género, OUEG, y la Defensoría de los Derechos Universitarios, DDU, para operar en todas las Facultades y Campus, además de tener oficinas en el Edificio Central, por lo que toda denunciante puede acudir a ellos en sus respectivas escuelas y no sólo ante los directores, como se cree generalmente.
Lo que es definitivo, es que de ninguna manera se permitirá que ocurran hechos de acoso, abuso o situaciones de acoso al interior de la institución, pues no sólo se tiene la responsabilidad de formar a profesionistas de calidad, generar ciencia y tecnología y difundir la cultura, también deben cuidar la integridad de todos alumnos, maestros y administrativos.
El PPASEAH de la UASLP tiene ánimo perfectible, como muestra institucional de que se ha tomado la decisión de no permitir que este tipo de actos se den dentro del ambiente universitario y se aceptarán, para su análisis, todo tipo de propuestas para mejorarlo.
Buscan construir una cultura institucional con perspectiva de género y sobre todo de vigilancia en sus planes, programas y proyectos para que el respeto y la tolerancia prevalezcan en todos los campus universitarios, cerrando la brecha de géneros.
Es el primer paso de una tarea que según la ONU está a 200 años de distancia, por lo que hay que confiar y desearles éxito. Roma no se hizo en un día y todos los demás tenemos que hacer lo propio porque el cambio tiene que venir también de los hogares. Si no, todos estos esfuerzos quedarán volando.

ACUSAN A LA DIRECTORA

Mientras tanto, indignados, maestros y maestras del plantel 25 del Cobach, encararon a la directora general Marianela Villanueva Ponce culpándola de la andanada de denuncias anónimas de acoso sexual en los planteles de la mancha urbana, así como del suicido de uno de sus compañeros.
Dicen que “faltó al protocolo” pues sobre anónimos en público reclamó, regañó, retiró de su grupo y mandó a su casa al ahora occiso, mientras madres de familia y alumnas “que ni siquiera tienen clara la idea de lo que es acoso, la aclamaban con vivas y porras, como si estuviera en campaña”.
La intervención de la directora general debió ser en privado, previa denuncia escrita y firmada tanto por el o la alumna afectada como por sus padres o tutores, “no por puros anónimos”, dijeron pero ella se justificó porque “en ese caso se tomó como flagrancia”¿?
La acusaron de manipular a las alumnas y de no haber dado oportunidad para que el ahora suicidado se defendiera, “y como de por sí andaba muy deprimido, sólo cayó en llanto y luego ya sabe… ¡Ese no es el protocolo, se ensañó con él porque la trae contra todos por su problema con su expareja y ahora, uno de nosotros no está, nos falta y es su culpa!”, grito una maestra al parecer testigo “del regaño público”.
Villanueva exigió respeto a su vida privada y dijo que era falta de ética, advirtiéndoles que seguirá apoyando la libre manifestación de las alumnas con apoyo del IMES y agrupaciones feministas, “las motivará a seguir sus denuncias caiga quien caiga”, pero recordó que cuando le hablaron de la depresión del regañado, “le ofrecí apoyo psicológico por parte de la institución para que la superara pero quedó de confirmarme luego y, “¡NO, de ninguna manera me considero culpable!. Esa fue una decisión muy personal que él tomó y en la que yo no tuve nada que ver”, les respondió.
Según sus compañeros, el maestro suicidado fue un ejemplo de superación en el Sistema Cobach. A sus 40 años, tenía 29 años de antigüedad. Inició como intendente, siguió en modestos puestos administrativos y al titularse accedió a una cátedra de maestro. Entrenaba al equipo de futbol del plantel y su expediente era intachable, sólo llamaba “Bebés” a sus alumnos, ya fueran hombres o mujeres. Le sobreviven su esposa e hijos.
Tras casi 3 horas acordaron seguir con el Protocolo de Protección a los Alumnos por parte de la directora general, mientras que a nivel plantel se aplicará el Protocolo de Protección a Maestros para sancionar faltas de respeto, gritos, ofensas, mentadas de madre, difamaciones, ataques en redes sociales, ralladuras a la pintura de sus autos, pinchaduras de llantas y en algunos casos hasta ataques en sus viviendas, lo que podría dar cauce a algunas expulsiones, “pues todos tenemos derecho a defendernos”, dijeron.
Salió a relucir que desde agosto pasado los maestros enfrentaron ataques físicos y en redes sociales por parte del alumnado pero la Dirección General les impidió entonces aplicar su reglamento.
Ahora quedaron autorizados en aras de detener la cadena de desprestigio, por las acusaciones anónimas “de las que nadie se salvó”, pero la tensión no desapareció del todo pues el profesorado considera que todo esto “tuvo un trasfondo político que lamentablemente costó una vida”.
Al costo.

margarita_basanez@yahoo.com.mx