El día sin ellas

  • Potosino de nacimiento cabeño por adopción y arquitecto de por vida. Pienso que la participación en la sociedad es un compromiso y las letras son una oportunidad.

El año pasado por ésta fechas y también coincidente con el día internacional de la mujer publiqué en éste mismo diario “EL CORREO DE LAS SEÑORAS “en donde intenté poner en evidencia el impactante desarrollo que tuvo el género femenino en cuanto a su participación en diferentes caras del S XX, así como subrayar la violencia en los entornos familiares.

A un año de esa publicación el panorama se ha evidenciado más que complejo y todo ese empuje de participar en el desarrollo del país ha detonado en forma de reclamo, en ocasiones desbordado, por su dignidad y su seguridad y las autoridades lejos de otorgar un tibio alivio- un té de tila digámoslo así-, ellas solo reciben desplantes de indiferencia a las manifestaciones que para ellas y para muchos de nosotros son más que justificadas.

Literalmente ahora si se les está “dando el avión” y no precisamente el de la “rifa que no es rifa del avión que no es avión” como dijo atinadamente Lisa Sánchez en días pasados. Claro que se puede cambiar la fecha de la rifa -dijo- no me acordé del 9 de marzo. ¿Así o más ofensivo y provocativo?

Las manifestaciones llevadas a cabo recientemente, tratando de sofocar la violencia con más violencia ha logrado restarle seriedad y credibilidad a buena parte de sus participantes, olvidando el motivo principal del reclamo y sembrando la duda de mujeres infiltradas con otras intenciones. Espero que así lo entiendan, porque si no, ni cómo ayudarles.

No es en donde estabas ni como vestías… en eso tienen toda la razón. En el ataque contra la mujer no se han escapado esas mujeres que son niñas y que jamás llegaran a ser mujer, es de asustarse. Eso sí, no tienes derecho a reclamar si llegas chiflando a tu casa la de Cuatro Babys entre otras del mismo corte por supuesto. No caigan en contradicciones y defiendan la autenticidad del movimiento.

El día sin ellas además de ser un acto individual y de convicción, larga vida a la mujer, también tendría una consecuencia en términos económicos ya sea por el lado laboral o por el lado del consumismo, todo en pérdidas. En ambos vértices hay impacto y en toda misión hay bajas, ni modo. Habrá que darle seguimiento a la palabra empoderamiento y no solo con el respeto y peso necesarios. Todos tenemos la obligación de motivarlo en la población mal llamada “sexo débil”.

Ya intentaron posesionarse con buenos avances del S XX a base de inteligencia y participación. El S XXI presiento que será de ellas. Cierro con unas líneas de El Hombre y la Mujer de Víctor Hugo:
“El hombre tiene la supremacía;
La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza;
La preferencia representa el derecho”

@barrerArq