Una multitud de personas homofóbicas quemó una efigie que representaba una pareja gay sosteniendo un bebé, durante un carnaval al sur de Croacia.
El evento tuvo lugar en Imotski, una ciudad croata en la que este carnaval se ha celebrado por 150 años. La figura mostraba a dos hombres besándose mientras sostenían un bebé con la cara de Nenad Stzić, un miembro del Parlamento croata del Partido Socialdemócrata de Croacia.
Mientras el fuego era encendido, el conductor del festival dijo: «Mi cabeza está dando vueltas debido a esta cultura de la muerte, y como mi cuerpo está enfermo, vamos a prender fuego a esta grotesca familia con el bebé Nenad Stzić”.
La pieza fue quemada al final de la procesión enmascarada “Bakova povoroka”. El presidente croata, Zoran Milanović, y activistas de la comunidad LGBTQ+ condenaron el evento, el cual fue descrito como “un acto inhumano, totalmente inaceptable”.
El presidente Milanović exigió una disculpa y afirmó que “los organizadores que escenificaron este vergonzoso evento, en el nombre de la tradición, merecen la condena pública más fuerte debido al odio que han demostrado hacia otras personas”.
Agregó que “la intolerancia y la inhumanidad no sen y no serán una tradición croata. El evento fue observado por muchos niños que podrían ser testigos del esparcimiento del odio e incitación a la violencia”.
Un vocero de la organización ILGA-Europe, que defiende los derechos de la comunidad LGBTQ, declaró que la quema de la figura representa “otro signo del incremento del odio en Europa que es alimentado por la retórica anti-LGBT”.
En Croacia se ha reconocido a las familias homoparentales desde 2014, no obstante muchos sectores conservadores han hecho demostraciones de odio contra los derechos de las personas LGBTQ, como la quema de un libro infantil sobre familias del mismo sexo durante un carnaval en 2018.
