Liliana Blum crea una metáfora de la tristeza; presenta reciente antología

  • Tristeza de los cítricos (Páginas de Espuma, 2019), el más reciente libro de cuentos de Liliana Blum reúne diez relatos de la violencia contra las mujeres
  • La angustia y el caos mental motivan a los personajes de Tristeza de los cítricos, libro de relatos de Liliana Blum que aborda la violencia contra las mujeres

La autora reconoce que los relatos que componen este volumen parten de la premisa de crear personajes motivados por una angustia interna, por un tartamudeo emocional, por el profundo deseo sexual o por un caos mental.
«Siempre me han intrigado los mecanismos internos del ser humano; la vida interna, los engranajes íntimos, que son los que en realidad nos mueven. Las tramas de gran acción o de aparente movimiento siempre me han parecido huecas y aburridas si no se adentran en la psicología de los personajes.
Ciertamente, la plaga botánica que da nombre a la colección de cuentos es una suerte de metáfora que engloba la situación interna de los personajes. Este virus hace que los árboles cítricos se vengan abajo, decaídos, tristes. Así mis personajes, en particular los femeninos, viven internamente con miedo, doblados por la frustración y la violencia del mundo que los rodea. Como si trajeran algo escondido en las costuras, mis cuentos narran una historia íntima, en la que los personajes deciden situaciones importantes en su vida. Y como suele suceder, los eventos más trascendentales en las vidas humanas suelen ser invisibles (o incompresibles) para quien las mira desde fuera”, reflexiona Blum.
Desde el primer relato, Conejillo de indias, hasta el último, Palabras bajo tierra, la violencia hacia las mujeres es el leitmotiv en esta obra de Liliana Blum. Si bien es cierto que Tristeza de los cítricos no es un ejercicio de denuncia, sí es válido reconocer un trazo muy definido y una posición muy clara respecto a la violencia de género.
«La violencia hacia las mujeres está presente en todos y cada uno de estos cuentos. En el caso del relato Picota es mucho más evidente y obvio por la brutalidad física de la víctima, que a su vez también funge como una cruel y sádica victimaria».
En todo caso, le corresponde mostrar la realidad tal y como la percibe el autor, de manera efectiva y conmovedora, de modo que el lector, al terminar de leer, se cuestione concepciones o ideas previas, reconozca sus prejuicios, vea las cosas desde otro punto de vista distinto o conozca algo que antes desconocía.