Hay una importante diferencia entre el debut del 2019 del dominicano Vladimir Guerrero Jr. y el inmenso potencial que tiene para ser uno de los bateadores más talentosos.
Cómo alcanzar ese potencial es una misión que ahora envuelve al jugador, el coach de bateo Guillermo Martínez y el equipo de acondicionamiento físico de los Azulejos.
Las expectativas para Guerrero en el 2019 no pudieron ser mayores. Para el manager puertorriqueño Charlie Montoyo fue un poco injusto. Tener OPS de .772 a los 20 años hubiese sido un brillante debut para cualquiera no llamado Vladimir Guerrero Jr., pero para el prospecto número uno, con un potencial enrome, la pregunta que cae sobre sus hombros es: ¿Qué le pasó? Es sencillo, el cansancio le pasó factura.
“Cuando estaba fatigado buscaba el poder, causando que se adelantara a los lanzamientos”, dijo Martínez. “Cuando le saltas a la bola así. No creas el tiempo ni el espacio necesario. Esa fue la causa de tantos roletazos”.
Como novato, Guerrero promedió un ángulo de 6.7 de salida de sus batazos, según Statcast. De los 406 bateadores que pusieron 100 o más pelotas en juego el año pasado, él terminó en el lugar 372. Mejorar ese promedio ayudaría a Guerrero a golpear la bola con más poder. Su promedio de velocidad de salida (89.4 millas por hora) fue el 142 de ese mismo grupo de 406, pero si levanta la bola podría estar entre los mejores de la liga.
