El Fondo Monetario Internacional (FMI) debate una reestructuración de la deuda de Argentina, valuada en 57 mil millones de dólares, planteada como “indispensable” por el presidente Alberto Fernández.
La misión, dirigida por Julie Kozack y Luis Cubeddu, es la primera del FMI que visita Argentina desde que Fernández asumió el cargo en diciembre pasado.
El mandatario Fernández aseveró que la deuda es impagable mientras su país (en recesión desde mediados de 2018, con una inflación anual de más de 50%, fuerte depreciación monetaria y aumento de la pobreza y el desempleo) no recupere el crecimiento económico. Por ello, ha planteado una postergación de los pagos.
Del monto acordado con el FMI, Argentina ya recibió 44 mil millones y Fernández renunció a los siguientes depósitos. Sin embargo, el total a renegociar con organismos multilaterales y prestamistas privados es de 195 mil millones de dólares, equivalente a 57% del PIB argentino.
Ayer, el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó al Congreso su plan fiscal y aseguró que “el país enfrenta una carga de deuda que le impide salir de la espiral recesiva”.
Para este año se calcula que los pagos de capital e intereses que deberá realizar Argentina ascienden a 34 mil 300 millones de dólares.