Muere Kirk Douglas leyenda de Hollywood, a los 103 años

A solo cuatro días de celebrar su gran fiesta con los Oscar, el cine tuvo que afrontar este miércoles un muy triste adiós con la muerte a los 103 años de Kirk Douglas, una de las leyendas más respetadas y longevas de la gran pantalla y un icónico superviviente de la época dorada de Hollywood.

Joyas incontestables como Senderos de gloria (1957) y Espartaco (1960) son solo algunos de los puntos brillantes de un actor que destacó no solo por su excepcional carrera artística sino también por su compromiso moral cuando, por ejemplo, se rebeló contra las listas anticomunistas en Hollywood.

«Con tremenda tristeza, mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos dejó hoy a la edad de 103 años», dijo este miércoles Michael Douglas, uno de sus hijos y también máxima figura de Hollywood.

«Para el mundo, fue una leyenda, un actor de la edad dorada del cine […], un ser caritativo cuyo compromiso con la justicia y las causas en la que creyó sentaron un estándar al que aspirar todos. Pero para mí y mis hermanos era simplemente papá», agregó.

«Kirk tuvo una buena vida y deja un legado en el cine que permanecerá durante generaciones […]. Dejadme terminar con las palabras que le dije en su último cumpleaños y que siempre serán verdaderas: ‘Papá, te quiero muchísimo y estoy muy orgulloso de ser tu hijo», concluyó Michael.

Una estrella universal, sin Oscar
Inmortalizado por su impresionante porte como el rebelde Espartaco, la extensa y fabulosa filmografía de Douglas, que murióen su casa en Beverly Hills (California, EE UU), incluye otras muy destacadas películas como El gran carnaval (1951), Cautivos del mal (1952), 20.000 leguas de viaje submarino (1954), El loco del pelo rojo (1956), Duelo de titanes (1957) o Los vikingos (1958).

De Stanley Kubrick a Vincente Minnelli pasando por Billy Wilder, Douglas trabajó para algunos de los directores más admirados del cine pero, curiosamente, nunca pudo ganar un Oscar.

El actor fue tres veces candidato y no logró llevarse la estatuilla en ninguna ocasión, aunque en 1996 la Academia de Hollywood le rindió un más que merecido homenaje al entregarle un Oscar honorífico.