Rafael Sánchez Navarro, un legado con vida

El legado de Manolo Fábregas y su esposa Fela, quienes crearon no sólo un patrimonio teatral, sino que dieron impulso a este arte en la Ciudad de México, sigue vigente con las nuevas generaciones.

Así lo afirmó el actor Rafael Sánchez Navarro a un Diario de circulación nacional, quien detalló que recintos como el Centro Teatral Manolo Fábregas, que resguarda a los teatros México, Renacimiento y Fernando Soler, así como el Teatro Virginia Fábregas, el San Rafael y el Manolo Fábregas, pertenecen ahora a los cinco hermanos: Manolo, Virginia, Martha, Mónica y él.

Socios somos los cinco hermanos. A nombre de los cinco quedaron los teatros. Mi mamá (Fela Fábregas) murió hace un año y medio y estoy tranquilo de que los teatros van bien. Mi hermano Manolo está a la cabeza de los teatros, ha tenido el voto de apoyo de los cuatro hermanos, y ha hecho las cosas muy bien. Se lo agradezco y me siento orgulloso de él.

Nos importa a todos el legado y que las cosas sigan marchando, que siga con vida este gran esfuerzo y logro de mis padres. Orgullosamente diré que fui yo quien busco el voto de confianza de mis hermanos acerca de Manolo, quien ha estado ahí toda la vida y es quien mejor conoce el negocio. Siento que las cosas van bien, no es una responsabilidad sencilla, pero veo a mi hermano muy comprometido”, expresó Sánchez Navarro en entrevista.

El actor compartió acerca de su familia que la Navidad de 2019 fue nostálgica al no estar sus padres, tras más de 40 años de ser el centro de reunión familiar.

Me di cuenta este 2019 que la Navidad es más de los niños que de los adultos, porque de repente empezamos a crecer todos y hubo una Navidad en la que sentía yo que estábamos como en la Casa del Actor”, bromeó.

Pasando mi madre a mejor vida, sí nos buscamos, nos vemos y abrazamos, pero la cena es más desperdigada, cada quien con sus nuevas familias, que es lógico, es parte de la vida, aunque si da a uno nostalgia por las 40 Navidades, desde que era uno pequeño. Hay algo de lógica nostalgia, que imagino mucha gente vive en estas fechas”, señaló el protagonista de la obra Seminar.

GUÍA DE FINA PLUMA

La docencia no ha sido parte de la trayectoria del actor, sin embargo se dará la oportunidad a partir de este fin de semana con la obra de teatro Seminar, en la que  interpretará a un profesor frente a cuatro aspirantes a escritores reunidos en un seminario.

La docencia me la han ofrecido muchas veces y siempre he dicho: ‘déjame acabar de aprender este oficio (la actuación) para poder dar clase’. La última vez, hace un par de años, que me ofrecieron una especie de seminario, me dijeron que cuándo iba a terminar de aprender. Mi respuesta fue ‘nunca’. Creo que hay grandes maestros en México, pero zapatero a tus zapatos. Para lo que yo me preparé fue para la actuación y la dirección. Quizá cuando traiga bastón, me animo.

De alguna manera lo exploraré aquí en esta obra. Es lo maravilloso de esta carrera, que puede uno jugar por momentos otras vidas, otros puntos de vista, otras experiencias. Quizá después de ésta, me animo”, expresó en entrevista con un Diario de circulación nacional.

Seminar expone la vulnerabilidad de quienes inician en las artes, explicó el actor.

Interpreto al profesor de cuatro tremendos alumnos. Fue un gran regalo para terminar 2019 y recibir 2020, tener este libreto. La llamada fue de Diego del Río, un espléndido director, joven talento. Seminar es una comedia muy inteligente con situaciones que nos hacen reflexionar.

Lo interesante de la historia es que puede aplicarse a cualquiera de las disciplinas de las artes. Es muy parecido a los pintores y más, a los actores y músicos: La vulnerabilidad del arte cuando todavía estás floreciendo y no hay resultados; cuando los sueños son infinitos, en el caso de estos cuatro muchachos”,
destacó.

Para el actor, Tomás, su personaje, hace énfasis en el apoyo y la guía que un profesor marca en sus estudiantes, aunque sus procesos de enseñanza tengan tintes de ironía.

Todos hemos vivido esto, en cualquier trabajo y profesión, al tener buenos y malos maestros. Un mal maestro te puede hacer mucho daño, particularmente en las artes, en la actuación. Los hay crueles, amargos, frustrados, que sacan su coraje contra los alumnos, lo cual es muy nocivo.

El otro lado de esa moneda es un buen profesor, que te marca para toda la vida; te ayuda a crecer y a abrir los ojos, que se vuelve alguien fundamental en la formación de tu persona. Casualmente por eso la obra se va hacia la comedia y es una ácida crítica al mundo de las artes, por la manera de este maestro de darle esa dirección a sus alumnos, que a ratos es muy cruel o irónica. Sin embargo, este profesor tiene resultados muy positivos, porque a los cuatro alumnos los pone en su carril”, externó.

La obra también expone las diferencias que hay entre la relación de un profesor con sus alumnos y sus alumnas.

Se toca con sentido del humor, pero habla de cosas importantes; lo hace con mucho tacto. Ahora que está tan presente este movimiento tan necesario como el #MeToo, no sólo en las artes, se toca el tema en la obra, pues, de los cuatro alumnos, dos son mujeres, así que se habla del maestro y las alumnas. Hay mucho que contar de ese tema, pero es apenas uno de los tópicos de la obra”, concluyó.