México no es el muro migratorio de Estados Unidos, aseguró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien, sin embargo, aclaró que no permitirá la permanencia en territorio nacional de migrantes que ingresan con violencia, porque así lo establece la ley y si “por ahí hay un diputado al que no le gusta la ley, pues que presente una propuesta y que se cambie la ley”.
Ante senadores de Morena, Marcelo Ebrard también dejó en claro que México no va a “entrar en la retórica de las campañas políticas” de Estados Unidos, pues sería “un desastre”.
Recordó que “ya vimos en un gobierno anterior que desgraciadamente perdieron esta diferenciación y el costo fue altísimo; se invitó un candidato incluso a Palacio Nacional (residencia oficial de Los Pinos), y a eso me refiero”.
El canciller también criticó a quienes señalaron como un error que México haya enviado un avión para sacar a Evo Morales de Bolivia, pues si en ese país habrá elecciones pacíficas es precisamente porque Evo Morales está vivo; afirmó que la política de asilo de México no se basa en sus empatías políticas, pues incluso hace unos días otorgó asilo a venezolanos opositores al gobierno de Nicolás Maduro.
Aseguró que México tiene una política exterior exitosa y eso ha permitido que Estados Unidos le dispense un trato respetuoso y que la Unión Europea insista en concretar el acuerdo comercial entre ambos.
“El éxito que se está teniendo en la política interior es la que sustenta el prestigio de México en el exterior, es cuando el Presidente dice ‘la mejor política exterior o interior’, a eso se refiere”, indicó.
Por separado, ayer, Porfirio Muñoz Ledo, diputado de Morena, quien ha destacado como crítico de la política migratoria de esta administración, hizo un llamado a las autoridades mexicanas a no contribuir a la campaña de reelección presidencial de Donald Trump, conteniendo y violando los derechos humanos de los migrantes.
Ante la indiferencia de su grupo parlamentario, Muñoz Ledo se mantiene en su posición de defender a los migrantes y permitir su tránsito, al considerarlo un derecho y una obligación constitucional.
Agregó que no piensa solicitar una reunión con el Presidente para hablar del tema.
Advirtió que no va a renunciar a Morena, y que seguirá manteniendo su voz discordante cuando no esté de acuerdo con algo, como sucede con este asunto.