La única medallista olímpica de Irán huye del país

  • La taekwondista Kimia Alizadeh denuncia la «hipocresía» del sistema

La única medallista olímpica de Irán, Kimia Alizadeh, ha anunciado a través de sus redes sociales que ha abandonado permanentemente su país para establecerse en Europa. Alizadeh, de 21 años, fue medalla de bronce en taekwondo en la categoría de 57 kilos de Río 2016. La deportista se definió como «una de las millones de mujeres oprimidas en Irán con las que han estado jugando durante años».

En la publicación, la deportista criticó al régimen y la manera que fue tratada por esta: «Me llevaron donde quisieron. Llevaba lo que dijeran. Repetí cada frase que me ordenaron. Siempre que lo creían conveniente, me explotaban. Para ‘ellos’ [los dirigentes iranies] no era importante. Ninguno de nosotros era importante, éramos herramientas». Señaló que a la vez que el régimen celebraba sus éxitos, se criticaba su deporte diciendo «¡La virtud de una mujer no es estirar las piernas!»

Alizadeh añade que no quería colaborar con «la hipocresía, la mentira, la injusticia y la adulación» ni ser cómplice de la «corrupción y mentiras» del régimen. Mi espíritu preocupado no encaja con sus lazos económicos sucios y sus lobbies políticos. No deseo nada más que taekwondo, seguridad y una vida feliz». y recalcó «Sigo siendo una hija de Irán donde quiera que esté», dijo. En Irán se señala que la deportista se encontraría en Holanda.

En un principio la federación iranió señaló que Alizadeh había viajado por vacaciones, siendo la propia deportista la que confirmó su fuga. La misma tiene lugar tras fuertes protestas populares contra el régimen, interrumpidas por el ataque estadounidense contra el líder de la Guardia Revolucionaria Qasem Solemaini y la posterior respuesta armada iraní. Irán ha reconocido que como consecuencia de estas, derribó accidentalmente un avión de pasajeros ucraniano, causando 176 muertos.

Sin embargo, la noticia de la fuga de la deportista ha causado impacto en la opinión pública iraní, con declaraciones públicas e interpelaciones en el parlamento. El diputado Abdolkarim Hosseinzadeh denunció la fuga de «capital humano» causada por «dirigentes incompetentes».