Cosas de la Ciudad.- El PRI se ha convertido en la tercera fuerza política en SLP

Por: El Diablo Cojuelo

TRICOLOR: La apabullante derrota que sufrió el Partido Revolucionario Institucional en los comicios electorales de 2018 fue una fuerte llamada de atención para que, en dicho instituto político, se pusiera un alto a las prácticas distintivas del tricolor, mismas que, de una u otra manera, provocaron el colapso en que se encuentra actualmente. Sin embargo, lejos de que este hecho significara el fin del partido, podía enternecer como la oportunidad de resurgir completamente renovado, con nuevo rostro y el ánimo fortalecido para recuperar la confianza de la gente y el poder que ostentó durante décadas.
EL CAMBIO: Martín Juárez Córdova, quien se venía desempeñando como dirigente estatal del PRI, dejó el cargo para dedicarse de lleno a la diputación plurinominal que había conseguido. En Gobierno del Estado, Elías Pesina Rodríguez dejó la Oficialía Mayor para tomar las riendas del partido, sin embargo, dadas las condiciones en que se encontraba el priísmo potosino, el cambio no fue del todo positivo pues el nuevo dirigente no logró dar los resultados que la militancia demandaba.
DORMIDO: Conscientes de que el PRI necesitaba mucho más trabajo que el resto de los partidos para, en 2021, remontar y recuperar un poco de lo mucho que había perdido. La dirigencia interina, encabezada por Elías Pesina, debía redoblar esfuerzos e implementar cuantas acciones estuvieran a su alcance para reposicionarse y dar batalla en las contiendas que se avecinan pero, por el contrario, en los últimos meses se ha visto a un PRI dormido, inactivo… como diría la canción, un volcán apagado.
RENOVACIÓN: Apenas llegó 2020 y la delegada del CEN del PRI en San Luis Potosí, María Isabel Merlo Talavera, dio a conocer el arranque de un nuevo proceso para elegir a quien habrá de presidir al Comité Directivo Estatal. Lo anterior, tras concluir los plazos establecidos en sus estatutos y verse en la necesidad de nombrar a un nuevo presidente. La delegada aseguró que este proceso se convertirá en una oportunidad de renovación para el partido en general y para la militancia al definir qué rumbo se le estará dando al PRI.
CANDIDATO: Elías Pesina y su compañera Yolanda Cepeda Echavarría renunciaron a sus cargos dentro del partido, presidente y secretaria general respectivamente, para poder contender en el proceso de renovación como candidatos a los mismos puestos que habían estado ejerciendo. Es así como el PRI potosino quería renovarse; reeligiendo a quien no había dados buenos resultados y a quien, a más de un año del colapso, no mostraba una sola estrategia sólida para recomponer el partido.
DESENCANTO: La posibilidad de que Pesina Rodríguez y Cepeda Echavarría puedan convertirse, de nueva cuenta, en los líderes estatales del PRI no fue bien recibida por la militancia quien, de inmediato, levantó la voz y evidenció su malestar pues, por un lado, se hablaba de renovación y de nuevos aires pero, por el otro, se estaban impulsando a los mismos perfiles para que se mantuvieran al frente del partido a pesar de que ninguno de los dos había satisfecho las demandas de su propia militancia, ni hablar de la ciudadanía.
RECLAMOS Y DEMANDAS: La militancia priísta reclama, y con justa razón, que Elías Pesina no haya trabajado durante 2019 a favor del partido, situación que atribuyen a su edad, a su formación y a una posible falta de visión pues su discurso no muestra nada nuevo, no motiva, no impulsa al trabajo ni a los resultados y, ante la situación tan precaria que tiene el PRI, es preciso contar con un liderazgo más ambicioso. Las demandas no paran, la militancia quiere que Pesina no vuelva a la presidencia por considerarlo un cartucho quemado para el PRI potosino pero, a la par, proponen que se busque un perfil joven que sepa conducir al instituto por el buen camino.
EL RETO: El hecho de que Elías Pesina y Yolanda Cepeda se perfilen de nueva cuenta hacia la presidencia del Comité Estatal del PRI evidencia otro serio problema que enfrenta el partido; la falta de caras nuevas. Incluso, el nombramiento de Edmundo Torrescano y Martha Orta como dirigentes interinos lo termina confirmando. En los últimos años, el PRI se ha valido de sus incondicionales Rebeca Terán, Martín Juárez, Beatriz Benavente, Manuel Lozano, Pepe Nava, Fabiola Guerrero y hasta de Óscar Bautista. El reto, en ese sentido, es encontrar a alguien que pueda refrescar su imagen y apostarle a una verdadera renovación.
REALIDAD: Actualmente, tras los resultados de 2018, el PRI es la tercera fuerza política de San Luis Potosí, muy por debajo de las dos primeras y, aunque mantiene varios municipios como gobierno, cuenta con varias diputaciones locales y federales además de que sigue siendo quien da la titularidad del Ejecutivo Estatal, todo apunta a que en 2021 podría enfrentarse a un escenario todavía más catastrófico al negarse a la evolución y a esa dichosa renovación que tanto presumen pero que, nomas, no llega.