La intensa ola de calor trajo un incendio récord para Australia. Desde mediados de diciembre de 2019, las temperaturas superan, en muchos lugares del país, los 40 grados celsius.
Lo que era habitual para el centro y centro oeste, en gran parte desértico, ahora se reproduce sobre el anillo costero del país.
Es ahí en donde reside una enorme proporción de toda la población australiana.
El peor foco de los incendios es en Nueva Gales del Sur, el estado que tiene a la ciudad más grande e importante de Australia: Sydney.
En tanto, ya son más de 143 focos abiertos entre Nueva Gales del sur y Victoria, su estado hacia el sur.
Respecto de las víctimas fatales, ya se acercan a 20. Solo en esta semana, se sumaron 7 más. Ente ellas, un bombero.
La gobernadora de Nueva Gales del Sur, Margaret Beazley, declaró al estado como una «zona libre de turistas», ya que no pueden recibirlos en estas condiciones tan adversas planteadas por la naturaleza.
Solo Sydney mantiene parte de su vida habitual.
A tal punto, que fue la única ciudad en la que se realizó la tradicional ceremonia de festejos -que incluye fuegos artificiales- para recibir el Año Nuevo.
Sin embargo, el humo que sobrevuela la ciudad ya superó los niveles tóxicos tolerables.
Entre Victoria y Nueva Gales del Sur hay más de 10.000 hogares que no tienen energía eléctrica.
El primer ministro, Scott Morrison, increpado por los pobladores.
Las playas que rodean el amplia área que va desde Sydney a Melbourne (la segunda ciudad del país) están dedicados a enormes planes de evacuación. Como los caminos están afectados por los incendios forestales y en las ciudades y poblaciones costeras ya escasea el combustible, la evacuación solo es posible por mar.
DESCONTENTO Y REPUDIO DE LA GENTE
La gente ya comienza a reprocharles a los líderes políticos su inacción ante lo que, para todos, es la evidencia palpable del cambio climático.
El propio primer ministro australiano, Scott Morrison, fue duramente increpado cuando recorrió el pequeño pueblo de Cobargo, rodeado por el fuego y con varias casas totalmente incendiadas.
A tal punto, que debió interrumpir la visita y abandonar el lugar al grito de los pobladores: «¡No eres bienvenido aquí!».
Para tener una magnitud de la gravedad del problema basta un dato: Sydney, Melbourne y Canberra (la capital australiana) están en la zona de más calor y rodeadas por los incendios.
Solo entre las tres ciudades reúnen el 39 por cieno de toda la población de Australia.
La primera semana de este 2020 es igual de amenazante. El servicio meteorológico prevé que el primer fin de semana del año traerá otra nueva ola de calor, con temperaturas que, otra vez, sobrepasarán sin inconvenientes los 40 grados.