Dengue y tuberculosis, enfermedades que más se dispararon en 2019

Cuando Jane Goodall vio al chimpancé David Greybeard usar una rama para pescar termitas, en 1960, se difuminó de golpe una línea imaginaria que nos separaba del resto de animales: usar herramientas ya no era lo que nos distinguía a los humanos.

Ahora sabemos que el abanico de especies capaces de utilizar herramientas es muy amplio, en familias muy distintas, desde aves a elefantes, además de los grandes simios.
Y aun así, la ciencia se sigue llevando sorpresas al descubrir algunos comportamientos extraordinarios en especies inesperadas.
Como, por ejemplo, los frailecillos que usan un palo para rascarse.

Esta pequeña ave marina que habita en las frías aguas del Atlántico Norte ha sido vista por dos grupos distintos, en territorios muy alejados, realizando este gesto nada convencional.

La primera vez fue un equipo de la Universidad de Oxford en Gales, en 2014. Un frailecillo se había llevado el palo hasta el agua y allí, mientras flotaba, usó la herramienta para rascarse el lomo. Más recientemente, una cámara del Centro de Investigación de la Naturaleza del Sur de Islandia capturó este comportamiento en un frailecillo en una pequeña isla islandesa, aunque en este caso se rascaba el pecho.

En ese momento, en 2018, esa población sufría una importante infestación de garrapatas, lo que pudo estar detrás de este gesto.
«Observamos el comportamiento dos veces en dos poblaciones diferentes, y ambas observaciones sugieren que el comportamiento fue intencionado. Los frailecillos no estaban recolectando material para el nido, doblaron la cabeza, apuntaron el palo hacia su cuerpo y lo movieron hacia sí mismos; esto sugiere que muy probablemente intentaban usarlo para rascarse», explica Annette Fayet, investigadora de la Universidad de Oxford y autora principal de este estudio que publica PNAS.

Fayet considera probable que este comportamiento apareciera por casualidad, pero dada su utilidad pudo extenderse más tarde a otras aves o volverse más común.