Roger Federer comenzó la siguiente temporada cambiando las raquetas por primera vez en su carrera, desde su marco de 90 pulgadas cuadradas a uno medido en 97 pulgadas cuadradas. Durante mucho tiempo había estado en desventaja comparativa en el equipo, ya que casi toda la gira, incluidos sus principales rivales, Rafael Nadal y Novak Djokovic, utilizaron cuadros más potentes de entre 95 y 100 pulgadas cuadradas.
Durante una entrevista reciente con Tages Anzeiger, el 20 veces campeón de Grand Slam explicó su decisión: «Veo dos explicaciones. Primero, mi cambio a una raqueta más grande en el revés me ayudó mucho.
Esto es más obvio porque impacto con el marco menos pelotas. Pero también sabía que este cambio afectaría el golpe de derecha. Mis problemas con las manos en el verano de 2018 desestabilizaron mi golpe de derecha.
Me molestaron por mucho tiempo. Afortunadamente, las cosas están mucho mejor ahora y apenas tengo dolor en mis manos”. Sobre la próxima temporada, el maestro suizo agregó: “Vencer a Novak en las Finales de la ATP, vencer a Rafa en Wimbledon, jugar buen tenis todo el año pero perderme el grande, me gustaría cambiar.
Después del año en que jugué muy bien, me sentí bien físicamente, no tuve muchos problemas [aparte de] algo en el US Open y pequeñas cosas aquí y allá que no vale la pena mencionar.
