Guillermo Álvarez, presidente de Cruz Azul, es objeto de una investigación por enriquecimiento ilícito por las autoridades mexicanas, en colaboración con Estados Unidos, en la que se le ha detectado una fortuna de cinco mil 600 millones de pesos entre los años 2011 y 2018.
La información, dada a conocer en la columna del periodista Carlos Loret de Mola, expone que el dirigente cementero es propietario «de más de 10 residencias de lujo y numerosos desarrollos inmobiliarios en Florida, Nevada, Colorado y Oklahoma». Loret de Mola señaló que una red con los mejores despachos jurídicos, en la que destaca el del consejero jurídico del expresidente Enrique Peña Nieto, los encargados del caso Oceanografía y asesores de Elba Esther Gordillo, entre otros, no han permitido que las acusasiones de los cooperativistas surtan efecto.
A pesar de que los trabajadores inconformes de la Cruz Azul se han manifestado en Palacio Nacional, una pugna entre los subsecretarios de Gobernación Alejandro Encinas, a favor de los cooperativistas y Ricardo Peralta, con ‘Billy’ Álvarez, ha mantenido en suspenso el avance de la investigación.
El columnista, además aseguró que la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda y el Servicio Administración Tributaria están enterados de la querella.
