Un estudiante de aviación originario de Arabia Saudita disparó ayer en un aula de la Base Aérea Naval de Pensacola, matando a tres personas, en un atentado que el reino saudita condenó de inmediato y que hizo que las autoridades estadunidenses investigaran un posible vínculo con el terrorismo.
El ataque, que terminó cuando un agente mató al agresor, fue el segundo ocurrido esta semana en una base naval estadunidense.
Doce personas resultaron heridas, entre ellas dos agentes de la policía que fueron los primeros en llegar al sitio tras ser alertados, dijo el jefe de Policía del condado de Escambia, David Morgan.
El atacante era un miembro de las fuerzas armadas sauditas que se adiestraba en aviación en la base, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa. Helen Ferre, portavoz de DeSantis, indicó que el gobernador se enteró de la identidad del agresor mediante sesiones informativas con el FBI y funcionarios militares.
Un funcionario, bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar sobre el tema, identificó al agresor como Mohammed Saeed Alshamrani.
El presidente Donald Trump declinó decir si el ataque estaba relacionado con terrorismo. Trump tuiteó sus condolencias a las familias de las víctimas y subrayó que había recibido una llamada del rey saudita Salman.
El mandatario estadunidense afirmó que el rey le dijo que “el pueblo saudita está muy molesto por las salvajes acciones del agresor, y que esta persona en ninguna forma representa el sentir del pueblo saudita que ama al pueblo estadunidense’’.
Se trató del segundo tiroteo en una base naval de EU en la semana. Un marine en Pearl Harbor, en Hawái, disparó el miércoles contra tres empleados civiles, matando a dos, antes de suicidarse.
