“Escribir ligero debe ser un mérito, no un cargo”: Ángeles Mastretta

Las críticas nunca han sido motivo de angustia para Ángeles Mastretta, y aunque su ingenio literario estaba destinado al éxito, éste no era un panorama que la escritora augurara para sus textos; confiaba en que si bien le iba y con un poco de suerte, lograría vender al menos dos mil ejemplares de la novela que la catapultó internacionalmente: “Arráncame la vida”.

Ahora con el lanzamiento de su más reciente libro “Yo misma”, en el que Mastretta comparte pequeñas dosis de su vida en torno a la vida, la muerte, la familia, las distancias, la soledad y las confrontaciones personales, la escritora recuerda la ausencia con la que fue recibida “Arráncame la vida” en su debut en 1985, al detallar que fue entonces cuando supo cómo tomar a la crítica por los cuernos: no hubo nadie que criticara su libro, el mundo editorial no le dio importancia.

“La escribí pensando solo en contarla. Yo no escribo nada más para mí, escribo porque a mí me cura, porque me sirve. Sí escribo para que otros me lean, y también me alivia leer.

Yo sí estoy hablando con otros, no estoy hablando sola, pero no sé con quiénes. Siempre he dicho que ‘Arráncame la vida’ tuvo una gran crítica, porque nadie escribió nada, no la leyeron, no les importó, nadie consideró que lo que yo estaba escribiendo era una novela medio digna de pensarse”.

Es por ello que la memoria es uno de los mejores aliados de Ángeles Mastretta en su presente, al iniciar su séptima década de vida, se sorprende de encontrar a jóvenes lectores atrapados por los diálogos, personajes y contextos que escribió hace más de 30 años y que ahora la empujan a disfrutar de la libertad y celebrar que sus historias dejaran su seno maternal para ser arropados por alguien más. “Cuando pienso que ya estoy demasiado viejita para hablar con niños de 20 años, porque yo creía que mis lectores más jóvenes son los de 35, ahora estoy encontrando que todos ellos son mis hijos,