Un gato, con casi un kilogramo de «rastas» en la espalda, fue rescatado tras ser abandonado por sus dueños en la localidad francesa de Férel.
El pequeño felino, de nueve años de edad, fue encontrado por voluntarios del grupo de rescate animal «Radeau des Animaux», quienes lo llevaron al refugio y decidieron bautizarlo como Chamade.
El director del grupo de rescatistas, Dominique Bacot, explicó que el gato tenía largos mechones de pelo endurecido cuando llegó al lugar.
Cabe decir que las «rastas» de Chamade no son en realidad rastas; se trata de mechones que se forman cuando la capa inferior del pelaje de los felinos queda atrapada debajo de la capa superior, un proceso denominado como estera.
Si la estera no es removida al acicalar al gato, puede enredarse cerca de la piel y tornarse dura. Llegado a este punto, la única manera de removerla es afeitando al felino.
Esto fue lo que le sucedió a Chamade. Los activistas intentaron salvar su pelaje cepillándolo, pero estaba tan endurecido y enredado que tuvieron que eliminarlo.
Hemos cortado alrededor de 2.2 libras de pelo (lo equivalente a casi un kilogramo) después de que se enterradara en ‘rastas’. Todo estaba en su espalda, donde el gato no podía lamerse».
El caso de Chamade ha sorprendido a los activistas, que nunca antes habían visto un caso de esta magnitud, pues «generalmente le pasa a nimales con largo pelaje que han sido descuidados por mucho tiempo».