El recuento o “escrutinio secundario”, norma en los comicios uruguayos, comenzará mañana y puede durar dos o tres días, y se convierte en definitorio de la elección.
Con más de 98.6% de las actas escrutadas, hasta el cierre de esta edición, Lacalle Pou aventajaba a Martínez con poco más de 30 mil votos, que significan poco más de 1% del electorado. Todas las encuestas previas vaticinaban una victoria mucho más holgada.
En contraste con otras situaciones de tensión y violencia que se viven en otros países del continente, los uruguayos votaron con calma. Los 2.7 millones de electores definirán qué desean para el futuro de Uruguay: si un cuarto Gobierno consecutivo de la coalición de izquierda Frente Amplio o una alianza de partidos opositores, que van de la centroizquierda a la derecha.
El presidente saliente, Tabaré Vázquez, destacó la paz y las garantías de la democracia uruguaya cuando fue a votar. “Todos los uruguayos tenemos que sentirnos orgullosos de ser el pueblo que somos, respetuosos del derecho, de la Constitución y del opositor”.