La Justicia de EE.UU. reduce a delito menor el cargo que pesaba contra un exoficial de Policía por haber matado a tiros a un afroamericano desarmado en 2016.
Un jurado del condado de Dale, del estado de Alabama, decidió el viernes condenar por homicidio involuntario al exagente de la localidad de Montgomery Aaron Cody Smith, pese a que los fiscales le acusaban de asesinato.
El agente de la Policía detuvo la madrugada del 25 de febrero de 2016 a Gregory Gunn, de 58 años, cuando caminaba a pocos metros de su casa. Tras someterlo a un resgistro, le disparó siete veces y lo hirió de muerte.
La defensa del exoficial argumentó que, cuando registraba a la víctima, esta agarró un alargador de rodillo de pintar del porche de un vecino, un acto que su cliente percibió como “una amenaza”. El incidente ocurrió en la ciudad de Montgomery (en Alabama), pero a petición de la defensa la sede del juicio se trasladó a la ciudad de Ozark, a unos 135 kilómetros de distancia, por “menos diversidad racial” y la repercusión que tenía la tragedia en la localidad original. La brutalidad policial en EE.UU., principalmente contra la comunidad afroamericana y otras minorías, ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles, pues aseguran que la comunidad afroamericana es blanco de una grave e incesante ola de abusos en los que está involucrada la Policía.
