Rubén Blades se rodea de amigos en el Auditorio Nacional

Mientras llena el escenario con música de salsa e historias que han marcado su vida, Rubén Bladeses bien cobijado por sus músicos y los amigos que ya no están en el plano terrenal, pero que él recuerda.

A lo largo de su concierto, escritores como Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, y músicos como Héctor Lavoe y Willie Colón, cobrarán vida a través de las anécdotas del panameño. Pero también habrá espacio para los mexicanos Juan Gabriel y José José.

El músico llegó la noche de este miércoles al Auditorio Nacional para ofrecer un concierto junto a la Orquesta de Roberto Delgado, proveniente también de Panamá.

Ante 8 mil 100 personas, el cantante se presentó en el escenario poco después de las 21:00 horas para abrir con el tema «Plástico», después de que los músicos tocaron «Mambo Gil». De traje oscuro y su clásico sombrero se apropió del lugar.

«He pasado unos días excelente acá, estuve en Tepito en una escuela, y la primera pregunta que me hicieron fue (de) una niña de 8 años y me preguntó qué sentía cuando canto y dije: ‘lo primero que siento es alivio cuando me sale la voz’», bromeó.

«Le dije: ‘yo canto canciones que he escrito; en su mayoría describen la realidad que yo viví en Panamá y esta canción es una de ellas», compartió antes de cantar «Pablo Pueblo».

Con su caminar tranquilo, pero voz potente, Blades se tomó tiempo para compartir alguna anécdota antes de cada tema, como lo fue Gabriel García Márquez.

«Tuve el honor y el gusto de considerarlo mi amigo. La discusión de si la salsa puede ser literatura viene desde hace mucho tiempo, a Bob Dylan le dieron el Nobel y casi se muere la gente. Bueno, le dije a Gabo un día, ‘sabes qué, yo voy a escribir un día un cuento corto y le voy a poner música y nadie se va a dar cuenta’», dijo antes de cantar «Ojos de perro azul», canción inspirada en el trabajo de Márquez.

«La próxima vez que alguien les diga que la literatura no puede ser salsa díganle que escuche «Ojos de perro azul», comentó.

El cantante también recordó a grandes de la salsa como Willie Colón y Héctor Lavoe, y bromeó cuando casi tropieza con un cable del piso recordando la caída que tuvo Juan Gabriel en una de presentaciones.

Además, en una de sus canciones en las proyecciones de las grandes pantallas del Auditorio Nacional se vio el rostro y nombre de José José.

«Voy a ponerme los lentes para no ‘Juangabrielear’. Él siempre presente en nosotros», bromeó.

Haciendo gala de virtuosismo junto a sus músicos, interpretó temas como «Todos vuelven» y «Amor y control» -de los más coreados de la noche-.

A pesar de los problemas de audio que se registraron en un par de ocasiones y por lo que tuvieron que cambiarle el micrófono, Rubén Blades se entregó no sólo al público salsero que lo acompañaba bailando desde sus asientos o en los pasillos del recinto, sino que también se permitió un poco de jazz y swing con los temas «Watch what happens» y «The way you look tonight» que, adelantó, estarán en su próximo álbum.

Después de más de dos horas de concierto, el músico panameño se despidió sin dejar de interpretar canciones clásicas como «El cantante» y «Pedro navaja».