Agentes de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal fueron señalados por vecinos del fraccionamiento Anáhuac, de haber agredido a varias persona, entre ellos un adulto mayor, además uno de los uniformados apuntó con un rifle R-15 a una mujer que traía en brazos a su pequeña hija. Una mujer tomó video de la brutalidad policial y fue despojado del teléfono.
Los hechos sucedieron aproximadamente a las 16:30 horas, en la calle Leobardo Da Vince, del mencionado fraccionamiento. Según vecinos dos jóvenes, uno de ellos llamado Max N., a bordo de dos motocicletas, tras ellos llegaron agentes de la Policía Municipal, supuestamente para revisar el permiso para circular sin placas, de una de las motos, pues estaba vencido.
Los agentes argumentaban que se iban a llevar las dos motocicletas, una porque traía el permiso vencido y la otra por “sospechas”. Salieron varios vecinos, atraídos por el escándalo, también salieron familiares de los dos motociclistas y entre reclamos y jaloneos, los uniformados pidieron refuerzos, llegó otra patrulla y varios agentes en motocicleta.
Participaron agentes de las patrullas 4220 y 4560, entre ellos algunas mujeres, quienes se birlaban de los vecinos y les gritaban con burla; “¡jajaja, ya cállese!”, luego salió un adulto mayor, una persona de unos 70 años de edad, familiar de uno de los jóvenes y trató de reclamar a los uniformados su brutal comportamiento y fue reprimido a golpes.
Una señora, quien traía a su pequeña hija en brazos trató de reclamar también y uno de los uniformados le amenazó con el R-15. De hecho apuntó a la mujer, poco importó que llevara a la pequeña en brazos. El comportamiento de los agentes fue registrado por una mujer con un teléfono celular, tomó video, pero los agentes al descubrirla. Se fueron contra ella y le arrebataron el celular, con ello quedaría, creyeron, impune su acción. Luego de haber robado el celular a quien tomaba video, la mujer exigió se lo regresaran y se limitaron a ignorarla, según reportaron.
Ya con los refuerzos, los agentes se llevaron a Max y a otros dos jóvenes detenidos, mientras familiares de éstos y vecinos señalaban que acudirían a la Fiscalía General a presentar cargos contra los uniformados. Fueron grabados otros videos, pero ya solo de lo último, cuando entre gritos se retiraban los uniformados.
