No todo lo que parece TDAH lo es

Es frecuente encontrar estas características de falta de atención, hiperactividad o impulsividad en conductas propias de la infancia, puesto que es natural que los niños estén muy activos, presten poca atención, escuchen poco… Pero es importante diferenciar entre un comportamiento “normal” y uno que no lo es.

Para que se pueda plantear un posible diagnóstico de TDAH, se deben cumplir los siguientes criterios marcados por el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, quinta edición):

Manifiesta estas conductas o algunas de ellas de forma desproporcionada comparado con los otros niños de su edad y respecto a su grado de desarrollo.
– está presente desde una edad temprana (antes de los 12 años).
– afecta en al menos dos ambientes distintos de la vida del niño: escolar, social y/o familiar.
– deteriora significativamente su calidad de vida.
– no es causado por un problema médico, tóxico u otro problema psiquiátrico.

Es importante acudir a un profesional de la salud especializado en TDAH para que pueda realizar un diagnóstico clínico apropiado y evitar así un diagnóstico erróneo.

Es probablemente uno de los síntomas más fáciles de reconocer, por su evidencia y por ser el más conocido por el público en general2.

La persona que padece hiperactividad se caracteriza por que:

– se mueve en momentos en los que no resulta adecuado
– le cuesta permanecer quieto cuando es necesario
– habla en exceso
– hace ruidos constantemente, incluso en actividades tranquilas
– tiene dificultad para relajarse
– cambia de actividad sin finalizar ninguna
– tiene falta de constancia

La hiperactividad puede manifestarse de forma distinta en las diferentes etapas de la vida, aunque la descripción de los síntomas sí que permanece igual para niños y adultos.

En el Proyecto PANDAH se realizó una encuesta poblacional en la que se detectó que en la sociedad en general ha surgido la tendencia a trivializar el trastorno, utilizándose de forma superficial el término “hiperactivo” para personas o estados puntuales (“Este niño es hiperactivo”, para describir que no para quieto).

Déficit de atención
Los síntomas de falta de atención son probablemente los más difíciles de percibir en edades infantiles. Sin embargo, es posible que sea uno de los principales motivos de consulta entre los adultos con TDAH2.

La persona que padece déficit de atención se caracteriza por que:

– tiene dificultad para mantener la atención durante un tiempo prolongado
– no presta atención a los detalles
– presenta dificultades para finalizar tareas
– le cuesta escuchar, seguir órdenes e instrucciones
– es desorganizado en sus tareas y actividades
– suele perder u olvidar objetos
– se distrae con facilidad
– no concluye lo que empieza
– evita las actividades que requieren un nivel de atención sostenido
– cambia frecuentemente de conversación
– presenta dificultades para seguir las normas o detalles de los juegos

El déficit de atención suele aparecer generalmente cuando se inicia la etapa escolar, debido a que se requiere una actividad cognitiva más compleja. Por lo general, persiste de forma significativa durante la adolescencia y la edad adulta.