Mural de Siqueiros en Rectoría será intervenido: especialistas

  • La obra ‘El derecho a la Cultura’ no sufrió alteraciones estructurales pero presenta dos grafitis, uno rojo y otro negro

El mural «El derecho a la cultura», de David Alfaro Siqueiros, ubicado en la Torre de Rectoría de la UNAM «está estable, sin detectar a simple vista alteraciones estructurales en los planos verticales o en los volúmenes escultopictóricos», informaron expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).

Lo anterior, tras los actos vandálicos que se registraron la semana pasada, cuando un grupo de encapuchados se infiltraron en una manifestación pacífica contra la violencia de género (14 de noviembre); autoridades de diversas instancias de la UNAM y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) comenzaron el diagnóstico a la pieza, considerada Patrimonio de la Humanidad. 

El dictamen presentado hoy el INBAL, indica que el mural dañado registra dos manchas (en forma de grafitis) con pintura de aerosol: “una de color negro sobre la inscripción “19??” y otra en rojo debajo del volumen de la mano con el lápiz, las cuales se localizaron en la parte baja del mural, realizado por Siqueiros entre 1952 y 1956 sobre una superficie de concreto armado de aproximadamente 113.6 metros cuadrados”.

Se considera como “estable” la condición del mural, también conocido como “Las fechas en la historia de México”, por lo que será factible su retiro (explicaron expertos), en el que participarán integrantes del Cencropam.

En comunicado se detalló que serán al menos cinco días para reparar los daños y que para ello se tendrán que realizar, entre otras intervenciones, procesos de limpieza química, estabilización de la capa de color y reintegración cromática en el área intervenida.

“El derecho a la cultura” representa el esfuerzo del pueblo de México, que es plasmado por un brazo con dos manos entrelazadas. Dada su edad, en la superficie de la obra se localizan deterioros inherentes a su exposición a la intemperie. En la capa pictórica, agregaron los especialistas, se observan zonas erosionadas y pérdida de tonalidad en los colores rojo, blanco y ocre.